El mangostino es un árbol tropical que da muy buena sombra y que además produce frutos que son comestibles, con un sabor similar al que tienen los cítricos. Su nombre científico es Garcinia mangostana, y crece en las selvas tropicales del Sudeste Asiático.
Aunque, debido a su origen, no se puede cultivar en el exterior en climas fríos, es una planta muy interesante si vives en una zona donde no se producen heladas.
Características del mangostino
Se trata de un árbol de hoja perenne que crece entre los 7 y los 25 metros de altura, con una copa que puede medir entre los 4 y los 6m. Su follaje es muy denso, con hojas opuestas y grandes, ovaladas. El fruto posee un exocarpio (corteza o cáscara) que color púrpura cuando madura; en su interior se encuentra la carne comestible, el arilo, que es de color blanco.
Su ritmo de crecimiento es medio-rápido, por lo que si buscas una planta que te dé sombra y frutos, y vives en una zona con clima suave, el mangostino puede ser una de tus mejores opciones 😉 .
¿Cómo se cuida?
Para tener un ejemplar (o varios) de este precioso árbol, se tienen que proporcionar los siguientes cuidados:
- Ubicación: exterior, a pleno sol o semisombra.
- Riego: frecuente, 3-4 veces por semana.
- Abonado: durante los meses más cálidos, es recomendable abonar con abonos orgánicos líquidos, como el guano.
- Trasplante: tanto si se quiere pasar al jardín como a una maceta mayor -lo cual hay que hacer cada dos años- se ha de esperar a la primavera.
- Poda: no es necesaria. Sin embargo, sí que es aconsejable cortarle las ramas secas, débiles y/o enfermas.
- Rusticidad: es muy sensible al frío. Temperaturas por debajo de los 4ºC pueden acabar con un árbol adulto.
¿Habías oído hablar de este árbol? ¿Qué te ha parecido?