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¿Quieres ahorrarte dinero en el mantenimiento de tu césped? Sí, ¿verdad? Entonces ¡manos a la obra! Vamos a aprender a hacer un aspersor casero. Es muy, muy fácil de hacer y una vez terminado, no sólo se podrá regar tu preciosa alfombra verde, sino que además se convertirá en la excusa perfecta para salir al jardín y refrescarse.
Necesitarás cuatro cosas: una botella de plástico, una manguera de jardín que esté conectada a una toma de agua, cinta aislante y unos pocos minutos de tu tiempo.
Paso a paso
¿Preparado para disfrutar como nunca antes del jardín? Sigue este sencillo paso a paso:
- Lo primero que hay que hacer es coger una botella de, como mínimo, 2l.
- A continuación, se enguaja bien con agua hasta que quede lo más limpia posible.
- Después, hay que hacer unos cuantos agujeros -los que quieras- por donde saldrá el agua, ya sea con unas tijeras, un destornillador u otro objeto que tenga la punta afilada.
- Ahora hay que unir la entrada de la botella (sin el tapón) con uno de los extremos de la manguera con cinta aislante. El otro extremo de la manguera debe de estar bien sujeto al grifo, por lo que es recomendable reforzarlo con más cinta.
Terminado, toca estrenarlo. Para ello, ponlo en el suelo y abre el grifo. Si surgen problemas, ahora es momento de solucionarlos. Si hay fugas de agua, se procederá a poner más cinta aislante en ambos extremos de la manguera; y si lo que se quiere es que salga mas agua por el nuevo aspersor, habrá que hacer algunos agujeros más.
Pero aún hay algo más, y es que si bien se puede usar como aspersor, también servirá como ducha, puesto que sólo tendremos que colgarlo de un árbol. Es estupendo, ¿no te parece?