Consejos para regar correctamente los rosales

Los rosales quieren mucha agua

Los rosales son unas de las plantas ornamentales más fáciles de cuidar del mundo: viven en una gran variedad de climas, no suelen tener plagas ni enfermedades importantes, y lo más interesante de todo es que producen flores preciosas cada año.

Sin embargo, el riego es una tarea que puede costar un poco dominar, pues la frecuencia de riego va a estar determinada por algunos factores como el clima, el suelo, el tipo de rosal, el viento y la temperatura que haya en la zona donde los cultivemos. Por eso te vamos a ofrecer algunos consejos para regar correctamente tus rosas.

¿Cuándo y cómo hay que regar los rosales?

Vista del rosal

Los rosales son arbustos, algunos trepadores, que viven de maravilla en climas templados, donde los veranos son suaves o por el contrario cálidos, y los inviernos con heladas débiles o moderadas. Son plantas que se llevan utilizando desde hace mucho tiempo en la decoración de jardines y terrazas, ya que las flores que producen poseen una belleza sin igual.

Para estar realmente bien, no necesitan mucho: solo sol, algunas pequeñas podas y un riego más o menos frecuente. Centrándonos en esto último, no te voy a engañar: no es demasiado sencillo saber cuándo hay que regarlos y cuándo no hace falta, pero tampoco es complicado 😉 .

Por lo pronto, hay que saber que uno de los errores más comunes en el cultivo de rosas es el de pensar que quieren mucha, mucha agua, lo cual no tiene por qué ser del todo cierto, pues va a depender especialmente del clima. Por ejemplo, si el verano es muy caluroso y apenas llueve, sí que tocará regarlo a menudo ya que la tierra o el sustrato se secará con rapidez; pero si por el contrario llueve con frecuencia, entonces los riegos estarán más espaciados.

Además, el exceso de riego causa daños a las raíces, y por consiguiente también al resto de la planta. Hojas que se vuelven amarillentas y que terminan cayendo con rapidez, flores que no terminan de abrirse, o incluso la aparición de insectos que causan plagas son algunos de los síntomas más comunes que tienen cuando se están regando demasiado. ¿Qué hacer para evitarlo?

Aquí tienes unos cuantos consejos que te serán útiles:

  • Es importante que durante el primer año de plantado el rosal, no descuidemos el riego, ya que las raíces no se encuentran muy profundas y si no tienen la cantidad necesaria de agua, la planta podría morir o no llegar a desarrollarse y a florecer correctamente.
  • Durante la época de invierno, cuando no tiene hojas, no necesitará que la reguemos, siempre y cuando se encuentre plantada y llueva de forma regular. Si por el contrario tenemos el rosal en una maceta debemos regarla un poco de vez en cuando para que no se resequen las raíces.
  • Es importante que evitemos el encharcamiento, es decir, regar nuestros rosales a tal punto que se salga el agua y se forme un charco. El exceso de agua en vez de ayudar a nuestra planta a crecer y florecer, pudrirá las raíces hasta el punto de matar la planta. Regar mucho los rosales es un problema común por lo que debemos tratar de regar poco e ir tanteando la tierra para saber qué tan húmeda se encuentra.
  • Debemos asegurarnos de regar nuestro rosal temprano en la mañana, o al caer el sol por la tarde. No se debe realizar el riego durante el medio día ni durante las horas que el sol cae fuertemente ya que podría ocasionar lesiones en nuestra planta.
  • Al realizar el riego, debemos regar solamente el suelo, no debe caer agua ni en la flor, ni en las hojas, ya que esto favorecería la aparición de hongos y enfermedades. Puedes aplicar el riego al pie de la planta, con regadera o riego por goteo. El uso de una manguera no es aconsejable, a menos que le pongas una pistola específica para mangueras, con la que puedas regular la salida del agua.

¿Cuáles son los síntomas de exceso o de falta de riego de los rosales?

La rosa es una flor que quiere bastante agua

El riego es fundamental para cuidar de los rosales, pero si se hace mal, es decir, tanto si se riega en exceso como si por el contrario dejamos que la tierra permanezca seca durante mucho tiempo, va a tener problemas. Así que vamos a ver cuáles son los síntomas de exceso y también los de falta de riego y qué hacer para solucionarlo:

Exceso de riego

Los síntomas más comunes son:

  • Las hojas inferiores se vuelven amarillas y caen.
  • Las hojas jóvenes se vuelven marrones.
  • La planta se ve ‘triste’, marchita.
  • Las raíces pueden pudrirse, por lo que el crecimiento se ralentiza o se suspende.
  • Los tallos pueden comenzar a ennegrecerse.

¿Qué hacer? En este caso, hay que podar las partes que se vean mal, tratar con fungicida para prevenir la aparición de hongos, y suspender los riegos hasta que la tierra se seque.

Si la tenemos en maceta, aparte de hacer lo que acabamos de explicar, hay que sacar la planta de la misma y envolver el cepellón o pan de tierra con papel absorbente y dejarla así una noche. Luego, se plantará en una nueva maceta -con agujeros- y sustrato nuevo.

Falta de riego del rosal

Los síntomas más comunes de la falta de agua son:

  • Las hojas pierden color y brillo, se vuelven amarillentas primero y luego marrones empezando por los bordes.
  • Las flores abortan.
  • La tierra estará seca. Si la tenemos en maceta, el sustrato puede haberse secado tanto que se haya vuelto incapaz de absorber el agua.

¿Qué hacer? La manera más rápida de corregir el problema es dándole un buen riego, pero antes de eso hay que airear un poco la tierra con la ayuda de una azada de mano, o con un tenedor si la tenemos en recipiente.

Si tu rosal está en maceta y ha sufrido falta de riego, ponlo en un barreño con agua durante una media hora para que vuelva a hidratarse.

Los rosales duran todo el año

Esperamos que estos consejos para regar correctamente tus rosales te sirvan 🙂 .


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