El sustrato

Ahora que empezamos una nueva temporada en nuestro pequeño huerto urbano, tenemos que adquirir sustratos para nuestros nuevos cultivos. El sustrato es el material usado como soporte para germinar semillas o cultivar plantas. Con él rellenaremos nuestras macetas o mesas de cultivo. Es, en cierto modo, el sustituto de la tierra, pues es el medio donde crecerán las raíces y desde el que extraerán los nutrientes necesarios para el crecimiento de la planta. De la correcta elección del sustrato depende el éxito de nuestro macetohuerto.

El sustrato logrará que nuestras plantas crezcan sanas en un medio que carece de suelo en realidad. En el caso de las hortalizas, no sirve cualquier sustrato. De hecho, en el mercado existen sustratos de baja calidad, que pueden dar buenos resultados con las plantas ornamentales, pero no cubren las necesidades de las hortalizas y abocan al macetohuerto al fracaso.

Para elegir un buen sustrato hay que tener en cuenta las siguientes características:

• Que sea ligero: disminuirá el peso del huerto y facilitará su manejo, transporte y mantenimiento.
• Que sea poroso, que posea espacios libres en su estructura y tenga un tacto esponjoso: permitirá el desarrollo de las raíces y la circulación del agua.
• Que sea nutritivo, que posea un buen grupo de nutrientes. La mayoría de sustratos aporta pocos nutrientes a la plantas y hay que mezclarlos con abono orgánico.
• Que sea estable, que mantenga sus propiedades durante varios meses.

Los sustratos que reúnen la mayor parte de estas características son los sustratos orgánicos o tierras vegetales.

Evitaremos especialmente los sustratos que no tengan la composición y características detalladas en el envase y aquellos con olores desagradables, olores que delatan la presencia de materia orgánica fresca, no descompuesta.

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