Estamos muy acostumbrados a ver Ficus que ocupan mucho espacio, y cuyas raíces se extienden varios metros. Pero dentro del género encontramos una especie que, si bien crece igual de rápido que las demás, la única superficie que cubre es la que nosotros le demos; esto es, un tronco de un árbol, una pared, una valla o una celosía.
Se la conoce por el nombre de Higuera trepadora, y en botánica por el de Ficus pumila.
Características del Ficus pumila
El Ficus pumila es una planta trepadora perennifolia originaria de China y Japón que tiene hojas acorazonadas de color verde oscuro o variegadas y de unos 3cm de largo. Las flores son tan pequeñas que no tienen valor ornamental, pero los frutos, que son anaranjados, embellecen mucho a esta curiosa especie. Lamentablemente, éstos tienen un sabor muy desagradable, por lo que no se aconseja su consumo.
Puede cultivarse tanto en el interior, colocándose en una habitación en la que entre mucha luz natural, o bien en el exterior si el clima en invierno es suave, con heladas de hasta los -3ºC. Teniendo esto en cuenta, podremos disfrutar de nuestra higuera trepadora durante mucho, mucho tiempo. Veamos cómo se cuida.
Cuidados
Para que crezca sano y fuerte, es aconsejable tomar nota de lo siguiente:
- Ubicación: si se cultiva en el exterior, se debe de colocar en una zona donde le dé el sol sólo por la mañana, o bien semisombra. En el caso de que se tenga en interior, debe de estar en una habitación en la que entre mucha luz natural, y en la que no haya corrientes de aire.
- Riego: frecuente, evitando dejar secar el sustrato.
- Abonado: en primavera y verano se puede abonar con abonos orgánicos líquidos, como el guano.
- Poda: en primavera, recortar los tallos para que ramifiquen.
- Multiplicación: por esquejes en primavera o verano. Corta uno o varios tallos de unos 20-30cm de longitud, y plántalos en una maceta con arena humedecida con agua. En el transcurso de 2-3 semanas emitirán raíces.
Curiosa planta, ¿verdad? 🙂