Quizá no sea en lo que primero pensemos cuando iniciamos nuestras primeras labores de jardinería pero sin dudas habrá que tenerlos en cuenta tarde o temprano teniendo en cuenta lo útiles que son a la hora de manipular la tierra y las plantas. Hablamos de los guantes, esos pequeños aliados de todo jardinero.
Ya sea para evitar las astillas, para no ensuciarse o bien para protegerte de los rayones, es hora de hablar de los guantes de jardinería para así cual elegir.
Hay varias opciones aunque la premisa inicial es que sean cómodos y es por eso que debes probarlos antes de comprarlos. Que no sean muy flojos para que entonces puedas manipular las herramientas con comodidad; tampoco demasiado apretados para que no resulten incómodos.
Una vez superada esta primera instancia, puedes elegir guantes más largos o más cortos. Los primeros son ideales para mantener las plantas con espinas pues te protegerán de ellas. Si bien son un poco más caros que los estándar vale la pena considerarlos si tienes rosales.
En cuanto al material, evita los guantes de goma pues no han sido diseñados para la jardinería por lo que pueden agujerearse con facilidad y afectar tus manos. Los guantes ideales para el jardín son los de algodón, en especial aquéllos que tienen puntos de goma en la punta de los dedos y la palma de la mano. Estos te permitirán manipular mejor las herramientas y evitar que ellas o las plantas y ramas se deslicen. Por otra parte, esta textura permitirá que los guantes se mantengan firmes en tus manos.
Nunca utilices guantes descartables pues con ellos no estarás protegido. Estos guantes se rompen con facilidad y no resguardarán tus manos de posibles peligros.
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Foto y fuente – Hogar total