¿Has oído hablar de la flor Pata de Canguro? Este nombre hace referencia a la curiosa planta conocida científicamente como Anigozanthos manglesii, la cual crece en el oeste del continente australiano, y considerada como emblema floral en el país. Tanto es el respeto que le tienen que, si bien no está amenazada, está protegida por la ley, y se requiere de una licencia especial para su recolección en el medio natural.
Está perfectamente adaptada a vivir en regiones áridas, por lo que la hace ser una candidata ideal para tener en jardines con baja pluviometría.
La Pata de Canguro es una planta herbácea que crece a partir de un rizoma. Se comporta como perenne, es decir, que la parte aérea siempre está visible. A medida que una flor se va marchitando, ya hay otra brotando. Esto hace que su valor ornamental nunca descienda, más bien al contrario: ¿a quién no le gustaría disponer de estas flores para contemplarlas día tras día? 😉
Con una altura máxima de 60cm, crece desde el nivel del mar hasta los 1600m de altitud, pudiendo soportar heladas suaves y poco duraderas de hasta tres grados bajo cero. Durante el primer año se recomienda protegerla de las heladas.
En jardinería se utiliza como flor cortada pudiendo aguantar un tiempo razonable, y plantada en grupos a pleno sol para crear bordes de sorprendente belleza. Otra de las cualidades que presenta la Pata de Canguro es su fácil cultivo y mantenimiento. Es una planta ideal también para tener en maceta, siempre y cuando disponga de un sustrato que facilite el drenaje.
Se reproduce por semillas, las cuales necesitan pasar calor para germinar. Es por ello que se recomienda hacer la siembra en verano, teniéndolas durante las 24h previas en un vaso con agua a temperatura ambiente.
¿Qué te ha parecido? ¿La conocías?