Cuando se dispone de un jardín de grandes dimensiones, es posible cultivar todo tipo de árboles, plantas y flores, y así es como puedes incluir variedades que son de temporada pues la gran variedad de especies permite que no quede un vacío cuando culmina el ciclo que aquéllos que sólo pueden ser disfrutados en una estación del año específica.
Las flores de estación son tan maravillosas como caprichosas, regalándonos su belleza apenas unos pocos meses. Pero vale la pena consentirlas, teniendo en cuenta su generosidad cuando están en flor, con sus hermosos y coloridos capullos, su brillo y gracia.
Entre las plantas de invierno, los pensamientos son de las más bonitas. Ideales para contrastar con arbustos de gran follaje o bien para aprovechar durante la temporada en floreros decorativos.
Pensamientos, a un paso de las violetas
¿Sabías que los pensamientos pertenecen al género de las violetas? Se trata de plantas ornamentales que son obtenidas a partir de la especie silvestre Viola Tricolor. El nombre científico de los pensamientos es Viola x wittrockiana y su familia son las violáceas.
Los pensamientos son plantas híbridas, es decir producto de dos especies. Los primeros ejemplares nacieron en el siglo XIX, cuando se realizaron las primeras cruzas de especies silvestres en el Norte de Europa con la intención de crear flores más atractivas.
Fue en 1820 cuando comenzaron a mezclarse el pensamiento silvestre o Viola tricolor con otra una especie nativa de violetas (V. lutea). En algunos casos, también se la combinó con la V. Altaica, originaria de Oriente. Muy pronto, estos híbridos se popularizaron. Para 1835 ya había unas 400 variedades y pocos años después el pensamiento era una de las plantas más elegidas.
Esto no es casual, basta ver la belleza natural de sus flores para comprender las razones del éxito. Con un abanico que va del blanco al azul pasando por el dorado, el amarillo, el rojo y el violeta, los pensamientos son diversos e ideales para combinar entre sí.
Lo ideal es cultivarlos en grupos pues las flores son grandes aunque crecen en forma aislada. Además, son atractivas al tacto debido a sus suaves pétalos aterciopelados.
Si quieres cultivar pensamientos, recuerda que son plantas bianuales, es decir que florecerán recién durante la segunda temporada, comenzando en el otoño y extendiéndose hasta entrada la primavera. Luego pasan a segundo plano, cuando el calor del verano obliga a recortarlas para así evitar el aspecto caído de sus flores mustias y sus descoloridas hojas.
Decorar con pensamientos
Sabemos que los pensamientos son plantas ornamentales pero, ¿es posible cultivarlas de cualquier forma y en cualquier lugar?
Al momento de diseñar tu jardín con pensamientos, lo primero es saber que se trata de una flor de temporada por lo que es importante cultivarla junto a otras especies que se mantienen estables durante todo el año. Es por eso que se recomienda plantar pensamientos junto a arbustos, no sólo porque entonces lograrás un equilibrio sino porque además los pensamientos ayudan a evitar la proliferación de malas hierbas siempre y cuando los plantes debajo de ellos.
Sus usos ornamentales son variados pues es una planta muy utilizada con estos fines. Es común verla en glorietas y junto a monumentos, en las entradas de muchos pueblos o bien en jardineras de balcones, pues sus llamativos colores despiertan la atención.
Las flores de varios colores de los pensamientos también van bien en los alféizares de ventanas y algunos paisajistas eligen combinarlas con el aliso pues los racimos de flores blancas de éstos últimos contrastan a al perfección con los coloridos pensamientos destacando lo mejor de ellos.
En cualquiera de los casos, recuerda que los pensamientos son flores de estación que necesitan estar expuestos a la luz solar pues la sombra da lugar a la proliferación de hongos. Por otra parte, es bueno que al elegir las jardineras, optes por aquéllas que tengan buen drenaje pues la tierra debe estar siempre algo húmeda aunque no encharcada.
