Las plantas trepadoras tienen la virtud de que pueden añadir verde a un espacio en poco tiempo. Por lo general, crecen con rapidez y así es como se extienden y ocupan cada vez más espacio aéreo. Esto mismo hace que además sean ideales para lugares pequeños, como balcones pues no necesitan de espacio en el suelo para mostrar todo su esplendor.
Si hay algo en su contra –no demasiado- es que algunas especies crecen con rapidez y se vuelven demasiado robustas para las macetas con lo cual en tarde o temprano será necesario trasplantarlas. Pero esto no sucede en todos los casos así es que en muchos otros además se ganará en sombra y también en controlar el viento en el caso de lugares muy expuestos.
Una de las plantas más efectivas en estos casos es el Ficus benjamina que durante el verano se vuelve muy atractivo al tiempo que sobrevive en buenas condiciones durante la temporada invernal. Lo mejor es que no necesita muchos cuidados, incluso puede soportar la sequía y sólo recibir el agua de lluvia. Es una especie que está de moda desde hace varios años y puedes verla en infinidad de jardines y balcones.
Otro caso es el de formio, una planta perenne muy atractiva que debido a la forma de sus hojas alcanza una altura interesante y es interesante a la hora de generar una atmósfera cada vez más verde.
También tenemos el caso de la hortensia trepadora, la hiedra u otras plantas como clematides, trachelospermum o correhuela. La griselina se adaptan muy bien al crecimiento en maceta y una de mis opciones favoritas es el rosal trepador que además de sus hojas verdes se destaca por sus hermosas flores.
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