Las trepadoras o enredaderas son plantas que nos permiten cubrir una pared o una celosía en poco tiempo, llenándola de preciosas y llamativas flores o de hojas muy decorativas. Son de muy fácil cultivo, ya que además se pueden podar sin problemas ya que se recuperan muy rápido.
Son, pues, muy interesantes. Una opción muy recomendable si tenemos alguna pared o rincón al que le queramos dar vida.
¿Qué son las enredaderas?
Las enredaderas son plantas que utilizan una serie de recursos para trepar, ya sea sobre algún soporte que les pueda servir, como una valla, o por otras plantas, las cuales pueden acabar teniendo problemas para crecer al verse privadas de luz solar. Por este motivo, es muy importante que se las pode regularmente, ya que de lo contrario podrían llegar a secar, incluso, a los árboles.
¿Por qué trepan?
En la naturaleza, hay varias maneras de sobrevivir, y todas las plantas tienen un único objetivo: captar cuanta más luz solar puedan. Pero claro, en un bosque lleno de árboles gigantescos, sólo puedes hacer una cosa si quieres poder realizar una fotosíntesis más eficiente: aprovecharte de la altura de las plantas más grandes para alcanzar un claro, el cual puede estar a 6 metros de altura… o más.
¿Qué tipos hay?
Dependiendo de cómo consigan su objetivo, se distinguen tres tipos de enredaderas:
- Con zarcillos: los zarcillos son hojas, tallos o peciolos diseñados para enrollarse sobre algún asidero. Algunos ejemplos son: Clematis sp, Lathyrus sp, o Pisum sativum.
- Con raíces aéreas: son aquellas que tienen raíces con las cuales pueden agarrase incluso a las paredes. Algunos ejemplos son: Hedera sp o Campsis sp.
- Con tallos volubles: son aquellas que se enrollan alrededor de los soportes. Algunos ejemplos son: Lonicera sp, Podranea sp, Convolvulus sp.
¿Qué te han parecido las enredaderas? ¿Tienes alguna en casa?