Es rústica, resistente, fragante… ¿Qué más se puede pedir? La lavanda es una planta muy popular en los jardines. Sus preciosas florecillas de color lila alegran la primavera y sobretodo el verano de una manera asombrosa. Es de muy fácil cultivo, hasta el punto de que puede soportar la sequía sin problema. Y por si fuera poco, no le afectan las plagas. Incluso propagarla es sencillo. ¿No me crees?
Sepamos cómo reproducir la lavanda por esquejes.
Para reproducir la lavanda por esquejes, lo primero que tenemos que hacer es, por supuesto, obtener los esquejes. Así pues, cogeremos unas tijeras de poda y nos dirigiremos hacia el lugar donde tengamos la planta. Después, sólo es cuestión de seguir este paso a paso:
- Cortaremos el tallo que nos guste más, situando las tijeras lo máximo posible al tronco principal.
- A continuación, humedeceremos su base con agua, y lo impregnaremos con hormonas de enraizamiento en polvo.
- Después, lo plantaremos en una maceta con sustrato poroso, como turba negra mezclada con perlita a partes iguales.
- Finalmente, regaremos hasta que el sustrato quede bien empapado, y lo colocaremos en una zona luminosa pero protegida del sol directo.
- OPCIONAL: para mantener la humedad ambiental más o menos alta, y siempre que las temperaturas no superen los 20ºC, se puede optar por poner cuatro palitos de madera y envolver la maceta con plástico, a modo de invernadero.
Pasadas 2-3 semanas, el esqueje enraizará.
Es muy importante mantener siempre el sustrato ligeramente húmedo. De esta manera, nuestra futura planta de lavanda podrá crecer sin problemas. Asimismo, si finalmente pusimos el plástico, en cuanto veamos algún signo de crecimiento, se lo quitaremos, pues ya no será necesario.
¿Has visto qué fácil? Reproducir la lavanda por esqueje es el método más eficaz y rápido, incluso mucho más que por semillas. ¿Te animas a intentarlo? 🙂