A veces se da el caso de que una zona determinada del jardín nos deja de gustar, o que con el paso de los años empieza a verse envejecida o pasada de moda, y eso por no hablar de los problemas que pueden surgir mucho antes: que si la piscina pierde agua, que si el suelo de madera que tanto prometía se estropea,… Siempre hay algo que reclama nuestra atención.
Y si bien los pequeños trabajos los podemos hacer nosotros mismos, no está de más buscar asesoramiento profesional, ya que así podremos disfrutar del lugar desde el primer momento en que terminan de trabajar. Pero, ¿a quién contratar para reformar el jardín?
¿Cómo buscar a un reformista?
Para que todo vaya según lo previsto, lo que tenemos que hacer es buscar a un profesional, pero uno que haya sido contratado por otras personas y que haya recibido buenas opiniones por parte de ellas. ¿Cómo saberlo? Muy fácil: hoy en día, gracias a Internet, es posible encontrar sitios web en los que se permite calificar empresas. Para que la búsqueda sea más rápida y certera, puedes buscar solo las de tu provincia, algo que sin duda te permitirá ahorrar tiempo.
No dudes en utilizar las opiniones sobre empresas de renovación que han dejado otras personas para elegir la empresa que más confianza te dé.
¿A quién contratar: reformista o interiorista?
A veces un reformista se confunde con un interiorista, pero realmente sus funciones son distintas: si lo que quieres es renovar el suelo de la terraza, hacer una instalación eléctrica, pintar las paredes, construir un pilar que sirva para tus plantas trepadoras, o incluso una piscina, has de contratar a una empresa de reformas.
Pero si lo que quieres es cambiar el diseño de tu terraza, o redistribuir los muebles o las zonas para aprovechar mejor el espacio, entonces has de contratar a un interiorista especializado, que será quien te diga cuál es la mejor solución teniendo en cuenta tus gustos y las condiciones del lugar.
¿Cuándo hay que contratar a un profesional para reformar un jardín?
Hay ciertos trabajos que podemos hacer nosotros mismos sin necesidad de contratar a nadie, sobre todo si el jardín es pequeño y lo que queremos es, simplemente, instalar un sistema de riego por goteo, o una celosía. Pero a veces hay que saber cuándo pedirle a alguien que haga algunos trabajos, como los siguientes:
- Pavimentar el suelo de la terraza o patio: esto es algo que parece fácil de hacer, pero te sorprendería la de veces que puede salir mal. Tanto si se ponen baldosas como parqué u otro pavimento, se ha de procurar que quede bien nivelado ya que de lo contrario podrías tropezar.
- Instalar iluminación en el jardín: ¿quieres luz eléctrica? Entonces necesitas farolas o luces que sean compatibles con el sistema eléctrico de tu vivienda (si van a estar enchufadas a la corriente de tu hogar), o del jardín. Y para ello, se necesita tener conocimientos de electricidad, siendo los electricistas uno de los trabajadores que contratan, si es necesario, las empresas de reformas.
- Poner pérgolas y/o columnas: las pérgolas o columnas son unas estructuras que quedan preciosas en un jardín. Hay de muchos tipos, de obra, de madera, de aluminio, y también de distintos tamaños. En función de lo que necesites, un reformista cualificado te pondrá la que más te guste, y te la pondrá bien, sin que tengas que preocuparte por nada.
- Instalar un sistema de riego automático: estaremos de acuerdo en que si es un jardín de 5 metros cuadrados por ejemplo, se puede hacer sin necesidad de pedir ayuda a nadie, pero la cosa cambia si ese jardín es grande. En estos casos, se debe contar con el asesoramiento adecuado.
- Reformar todo el jardín: cuando quieres cambiarlo por completo, cambiar la distribución de las distintas zonas o incluso eliminar algunas para ampliar otras, necesitas a un reformista.
Así que si tienes algo que hacer en tu jardín, no dudes en contratar a un profesional.