El árbol conocido como Abies koreana es una conífera de excepcional belleza, indicado especialmente para jardines que se encuentran en las montañas o próximos a ellas, ya que resiste muy bien el frío y las heladas.
Por eso, su mantenimiento no es difícil, si bien en climas algo cálidos puede tener dificultades para prosperar. Así pues, a continuación vas a poder descubrir cuáles son sus necesidades de cultivo.
Origen y características
Nuestro protagonista es un árbol perennifolio conocido como abeto de Corea, o Gusang namu en coreano, originario de las montañas de Corea del Sur, donde crece en altitudes de entre los 1000 y los 1900 metros. Alcanza una altura comprendida entre los 10 y los 18 metros, con un tronco de hasta 70cm de diámetro cuya corteza es suave, resinosa y gris-marronácea.
Las hojas son lineales, con el haz de color verde oscuro y el envés con dos bandas blancas. Los frutos son piñas de 4-7cm de longitud por 1,5-2cm de ancho, que adquieren un color púrpura oscuro antes de madurar. Sus semillas son aladas, y se dispersan más o menos al medio año de la polinización.
¿Cuáles son sus cuidados del Abies koreana?
Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos cuidarlo del siguiente modo:
- Ubicación: ha de estar en el exterior, a pleno sol si el clima es templado-frío, o en semisombra si es templado-cálido.
- Tierra: crece en suelos ricos en materia orgánica, prefiriendo aquellos que son ligeramente ácidos (pH de 6 a 6,5). En tierras alcalinas (con pH de 7 o superior) puede tener problemas de clorosis que se solucionan aportándole hierro quelatado, como este que venden aquí.
- Riego: unas 4 veces por semana en verano, y unas 2 veces a la semana el resto del año.
- Abonado: en primavera y verano con abonos orgánicos, como el guano, el compost u otros que puedes ver aquí.
- Multiplicación: por semillas en invierno, ya que necesitan pasar frío antes de germinar.
- Rusticidad: resiste heladas de hasta los -18ºC, pero no le gustan demasiado los climas cálidos.
¿Qué te ha parecido este árbol?