En los campos y praderas del Viejo Continente encontramos a una de las plantas herbáceas más bonitas del mundo: el acónico común, cuyo nombre científico es Aconitum napellus. Pero además de tener un alto valor ornamental, esta hierba perenne posee otras características que es importante conocer.
Son secretos que no todo el mundo ha descubierto. Para que puedas disfrutarla, te vamos a contar todo lo que tienes que saber sobre ella.
Origen y características del Aconitum napellus
Nuestra protagonista es una hierba perenne originaria de las zonas montañosas de Europa (excepto la región mediterránea) y de la cordillera del Himalaya que recibe varios nombres comunes: acónito común, casco de Júpiter, hábito del diablo, nabieyo, napelo, verdegambre, nablillo del diablo, tora, tora blava, anapelo de flor azul o naviesu.
Crece cerca de cursos de agua, así como en los bosques donde las precipitaciones son muy frecuentes. Se caracteriza por crecer hasta 1 metro o más, con un tallo simple. Las hojas son palmadas, profundamente recortadas, alternas y pecioladas, de color verde brillante. Las flores se agrupan en inflorescencias en forma de espiga, y son grandes de un precioso color azul o violeta de 3-4cm de diámetro. Una vez son polinizadas, madura el fruto que es una vaina capsular en cuyo interior se encuentran numerosas semillas.
Todas las partes del acónito son tóxicas, ya que contienen alcaloides diterpeno. Al ingerirla, produce efectos cardiotóxicos y neurotóxicos. Por este motivo, no se debe de plantar en jardines donde haya niños pequeños y/o animales domésticos.
¿Cuáles son sus cuidados?
Es posible que, después de lo que acabas de leer, te sorprenda que te digamos también sus cuidados. Pero pienso que no hay que demonizar a las plantas tóxicas, sino conocerlas para poder disfrutarlas al máximo. Y es que, en los viveros y, por consiguiente, también en los jardines encontramos muchas que son peligrosas como las cicas o las adelfas, pero no por ser tóxicas tenemos que eliminarlas.
Por este motivo, si te gusta el acónito común y te apetece tenerlo en tu jardín, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
Ubicación
Tiene que estar en el exterior, a pleno sol. Si vives en una zona con clima especialmente caluroso (como en el mediterráneo) te recomiendo más ponerlo en semisombra o en una zona donde esté expuesto al astro rey sólo durante la mañana temprano o al atardecer.
Riego
El riego tiene que ser frecuente. Riégalo con agua de lluvia o sin cal cada 2 días en verano y cada 5-6 días el resto del año. En el caso de que no puedas conseguir este tipo de agua, rellena un cubo o recipiente con la del grifo y déjala reposar durante una noche.
Suelo o sustrato
Dependiendo de si vas a tener tu Aconitum napellus en el jardín o en maceta, te aconsejo plantarlo en estas tierras:
- Jardín: el suelo tiene que ser fresco, húmedo y con buen drenaje. Si la tierra que tienes es muy compacta o pobre en nutrientes, cava un hoyo lo suficientemente grande para que pueda caber una maceta unos 40-50cm de diámetro por más o menos lo mismo de profundidad, introduce dicha maceta en él, y planta el acónico en ella con sustrato.
- Maceta: el sustrato a utilizar debe de tener buen drenaje, de modo que puedes mezclar sustrato de cultivo universal mezclado con perlita a partes iguales. Para evitar la pudrición de las raíces, pon una capa de greda volcánica o arlita antes de plantar la planta.
Abonado
Si bien es una planta muy resistente, será necesario abonarla desde comienzos de primavera hasta finales del verano/comienzos de otoño con abonos orgánicos, como el estiércol, el guano, las cáscaras de plátano o de huevo, bolsitas de té, etc. Si va a estar en maceta, utiliza abonos orgánicos líquidos, ya que así el agua del riego que sobre podrá salir con facilidad.
Época de plantación o trasplante
En primavera, cuando el riesgo de heladas haya pasado y las temperaturas comiencen a superar los 15 grados centígrados, podrás pasar tu Aconitum napellus al jardín de manera definitiva o a una maceta 4-5cm más amplia que la que tenía.
Multiplicación
Si quieres obtener nuevos ejemplares puedes hacerlo en primavera, sembrando sus semillas siguiendo este paso a paso:
- Lo primero que tienes que hacer es rellenar un semillero con sustrato de cultivo universal mezclado con perlita a partes iguales. Como semillero puedes usar macetas, bandejas, envases de leche, vasos de yogur… Lo único que tienes que asegurarte es de que tenga agujeros (o de que se le puedan hacer).
- A continuación, riega a consciencia y pon las semillas lo más separadas que puedas. No pongas más de 3 si la maceta es de 10,5cm de diámetro o más pequeña, puesto que de lo contrario no podrán crecer bien.
- Luego, cúbrelas con una fina capa de sustrato, la suficiente para que no estén expuestas al astro rey.
- Finalmente, riega de nuevo, esta vez con un pulverizador, y coloca el semillero en el exterior, en semisombra.
Las primeras plántulas brotarán al cabo de 15-20 días.
Rusticidad
Esta es una planta que resiste bien el frío y las heladas de hasta los -12ºC; ahora bien, si es su primer año contigo es muy aconsejable protegerla un poco durante el invierno, con acolchados o bien con una tela antiheladas.
El Aconitum napellus es una planta herbácea que, siempre que se trate correctamente, puede darnos muchas satisfacciones.