Existen miles de variedades de suculentas, pero no todas han llegado a alcanzar la misma popularidad. Entre las favoritas de los amantes de estas plantas siempre encontramos la aeonium kiwi, porque es muy bonita, y resulta muy sencilla de cuidar.
Lo que quizá no sepas de la aeonium haworthii “kiwi” es que su hábitat de origen está mucho más cerca de nosotros de lo que solemos pensar. Para descubrir este y otros secretos, presta atención a toda la información que te traemos.
Origen y hábitat de la aeonium kiwi
Esta suculenta es originaria de las Islas Canarias, donde puede aprovechar las ventajas que el clima subtropical tiene sobre su ciclo vital. De hecho, dado que está acostumbrada a estar en lugares con inviernos cálidos, su etapa de crecimiento se prolonga hasta el otoño.
En su lugar de origen, es común observar la aeonium kiwi creciendo en áreas rocosas, donde tiene a su disposición suelos bien drenados.
Fuera de las islas, esta suculenta también puede crecer fuerte y bonita, porque tiene una gran capacidad de adaptación al entorno.
Características físicas de la aeonium kiwi
Aquí tienes una recopilación de sus características físicas más destacables. En cuanto las conozcas, seguro que reconoces fácilmente esta planta la próxima vez que la veas:
- Forma. Una de sus particularidades es que sus hojas carnosas crecen en forma de roseta, desarrollándose a partir de un único tallo leñoso. Estas rosetas suelen ser bastante compactas.
- Color. El sobrenombre de kiwi le viene a esta planta porque, en sus primeras etapas, las hojas suelen tener tonos verdes con algo de rosa en los extremos. Luego, en función de las horas de sol que reciban, las hojas pueden adquirir tonos más intensos de rosa, rojo o púrpura. Esto convierte a esta planta en todo un espectáculo de la naturaleza.
- Textura. La textura de las hojas es suave, y es habitual apreciar en ellas un ligero brillo que contribuye todavía más a la belleza de la planta.
- Tamaño. En comparación con otras variedades que forman parte de la familia Aeonium, esta planta tiene un porte mediano. Sus rosetas suelen tener entre 15 y 30 cm de diámetro. Por eso, están muy indicadas para su cultivo en maceta.
- Floración. El proceso de floración comienza cuando la planta ya ha alcanzado su madurez. Es entonces cuando vemos aparecer un tallo o vara floral del que emanan pequeñas flores amarillas.
¿Qué cuidados necesita la aeonium kiwi?
Esta suculenta, como muchas de sus “hermanas”, no es exigente en cuanto a cuidados. Pero si le proporcionamos unos cuidados básicos adaptados a ella, podemos conseguir que esté con nosotros durante muchos años, y que nos deleite con la belleza de sus hojas.
Exposición solar
Lo mejor para esta planta es estar ubicada en un lugar en el que reciba luz solar brillante, pero siempre de manera indirecta.
No pasa nada si recibe luz solar directa durante unas horas al día, siempre y cuando no sea durante las horas de más intensidad de los rayos solares. Porque esto podría acabar por quemar sus hojas.
Temperatura para esta suculenta
Por su origen canario, ya imaginarás que esta planta prefiere los climas cálidos y sin grandes cambios. La temperatura ideal para ella es la que oscila entre 18º y 24ºC. Por eso, también da buenos resultados como planta de interior.
Si la tienes en exterior, debes tener especial cuidado con las noches frías. Porque no lleva bien estar expuesta a temperaturas inferiores a los 10º C.
De hecho, si la tienes como planta de exterior, cuando llegue el invierno cámbiala de sitio y ponla a resguardo (si es posible), o cúbrela con una malla antiheladas.
Condiciones de riego
Las suculentas no necesitan mucha humedad para crecer. Por eso, debes asegurarte de que la parte superior del sustrato está totalmente seca antes de volver a regar.
En cualquier caso, al aportar agua, hazlo siempre con moderación. No encharques el sustrato para que las raíces no se ahoguen y acaben pudriéndose.
Medio de plantación para la aeonium kiwi
Te resultará más sencillo controlar el agua que recibe tu planta si la tienes en un sustrato con una buena capacidad de drenaje. En este sentido, puedes adquirir sustrato para suculentas, o añadir elementos drenantes a un sustrato universal. Por ejemplo, un poco de perlita o de arena.
Además, asegúrate de que la maceta cuenta con orificio de drenaje. Si pones un plato debajo, retíralo tras el riego para que la planta no acabe absorbiendo el agua sobrante.
Poda de esta suculenta
Esta planta no necesita una poda periódica, pero sí es conveniente que retires las hojas muertas o dañadas. En cuanto a las flores, cuando veas que estas empiezan a marchitarse, córtalas para que la planta vuelva a dirigir su energía hacia su crecimiento.
¿Cómo reproducir la aeonium kiwi?
La forma más sencilla de conseguirlo es a través de los esquejes. Escoge un tallo que veas que esté sano y córtalo (mejor en diagonal). Deja que se seque durante uno o dos días, y después planta directamente en una maceta que no tenga un diámetro demasiado grande.
Aplica los cuidados que hemos visto a lo largo de este artículo, y en pocas semanas apreciarás que la planta se ha adaptado a su nuevo hogar y ya tiene raíces.
Curiosidades de esta planta
Sin duda, la aeonium kiwi es una buena adición a tu colección, sin importar si puedes tenerla en un gran jardín o si la tendrás en una maceta en el balcón o en un rincón de tu casa.
Hay muchas razones para que no te falte, pero te recordamos algunas de las más importantes:
- Origen canario.
- Sus hojas pueden cambiar de color en función de su edad y de las condiciones de exposición al sol.
- Crece en forma de roseta en torno a un tallo central, lo que la diferencia de otras plantas que tengas en casa.
- Es capaz de resistir el estrés hídrico, aguantando bien períodos cortos de sequía.
- Se propaga muy fácil a través de esquejes.
- Su floración es muy delicada.
¿Todavía te estás pensando si deberías tener una aeonium kiwi? ¡La respuesta es “sí”!