Agave sisalana

El agave sisalana es una planta suculenta

Imagen – Flickr/Joel Abroad

El Agave sisalana es una suculenta que bien podría confundirse con una Yucca joven, pero en realidad son plantas que no están emparentadas. De hecho, una de las muchas diferencias que hay es que nuestro protagonista solo florece una sola vez para después morir, mientras que la yucca, una vez lo hace un año, ya podemos dar por hecho de que lo hará durante los años siguientes hasta el final de su vida. Pero eso no significa que una sea mejor que la otra, ni mucho menos.

Y es que en un jardín ambas pueden verse realmente preciosas. Si nos centramos ya en el ágave, esta es una planta que durante una temporada bastante larga (hablamos de una veintena de años) va a estar creciendo y embelleciendo el lugar. Además, es fácil de cuidar, algo que sin duda es interesante saber.

¿Qué características tiene el Agave sisalana?

El agave sisalana es grande

Imagen – Wikimedia/Forest and Kim Starr

El Agave sisalana es una especie autóctona de Yucatán, en México. Popularmente se le conoce como sisal o henequén, y es una planta que, como decíamos antes, después de florecer se muere. Por lo tanto, es una planta monocárpica ya que florece una sola vez. Dependiendo de dónde crezca, puede desarrollar un tallo de hasta 1 metro, o bien no hacerlo.

Las hojas tienen forma de espada, acabadas en punta. Cuando el ejemplar es joven, las tiene de color glauco, pero a medida que madura las va produciendo plateadas. Estas, además, tienen una espina de color oscuro en la punta. Cuando florece, produce un tallo floral que mide entre 5 y 6 metros de alto. Las flores son de color amarillo-verdoso, y el fruto es una cápsula con semillas en su interior.

Tiene una esperanza de vida de unos 25 años aproximadamente.

¿Qué usos tiene?

Se trata de una planta que se utiliza sobre todo para decorar, pero en el siglo XX y aún hoy en su lugar de origen también se ha empleado mucho por sus fibras; de ahí que se la conozca como sisal. Este se emplea para hacer cuerdas, alfombras, y cables de acero.

¿Cuáles son los cuidados que hay que darle?

El agave sisalana es una planta suculenta

Imagen – Wikimedia/阿橋 HQ

El Agave sisalana es una especie muy resistente, a la que no le perjudica el calor extremo (40-45ºC) si tiene un poco de agua a su disposición. Es por eso por lo que es muy interesante cultivarla en jardines de cactus y crasas, así como en los xerojardines.

Ahora bien, es importante saber qué hacer para que esté sano. Por lo que, sin más dilación, veamos cómo hay que cuidarlo:

Ubicación

Es un agave que, al igual que el resto de especies del género, necesita mucho, mucho sol. Por ello, ha de estar en el exterior, y en un lugar expuesto a la luz del astro rey si es posible durante todo el día, o gran parte del día.

Pero ojo, debes tener en cuenta que su resistencia al frío es baja, que es por lo que te aconsejo mantenerlo en maceta si en tu zona hay heladas fuertes, ya que no las resistirá si lo mantienes en el exterior.

Tierra o sustrato

  • Maceta: el sustrato que mejor le vendrá es uno que esté especialmente preparado para cactus y crasas (en venta aquí), ya que es ligero y tiene buen drenaje.
  • Jardín: si vas a plantarlo en el suelo, es aconsejable que la tierra absorba y filtre rápido el agua; de lo contrario, lo mejor será que hacer un agujero grande y llenarlo con el sustrato que he mencionado antes.

Riego

¿Cuándo hay que regar al Agave sisalana? Habrá que hacerlo bastante poco en realidad: únicamente cuando la tierra esté seca. Esto es muy importante que se haga así ya que a esta planta no le gusta nada el exceso de agua ni tener las raíces siempre mojadas.

Por lo tanto, siempre que surjan dudas, lo que haremos será esperar unos días antes de volver a echarle agua, o bien con un palito comprobaremos si la tierra está húmeda o seca.

Abonado

Puedes abonarlo si está en maceta para que crezca bien. Para ello puedes utilizar un fertilizante para suculentas como este, ya sea líquido o granulado, siguiendo en todo momento las instrucciones de uso para que no se produzca una sobredosis. Y es que si echas más abono del necesario, las raíces se van a quemar, literalmente; y podrías perder al agave.

Trasplante

Este es un agave que con el paso de los años se hace relativamente grande, como ya hemos mencionado antes. Pero claro, si se deja en una misma maceta durante toda su vida, se va a quedar pequeño porque no va a tener suficiente espacio para crecer; y no solo eso, sino que podría morir antes de tiempo.

Por todo ello, es muy importante que, o bien lo plantemos en el suelo en cuanto podamos, o bien que lo trasplantemos a una maceta más grande cada 1-2 años (el tiempo exacto va a depender de cuánto necesiten las raíces para empezar a crecer fuera de dicho recipiente, saliendo por los agujeros de la misma). Esto lo haremos en primavera, cuando el tiempo esté mejorando.

Rusticidad

El agave sisalana florece una vez

Imagen – Flickr/Kaleomokuokanalu Chock

Es una planta que, aunque soporta el fresco, teme a las heladas. Es por eso por lo que no se debe mantener fuera si las temperaturas bajan de los 0 grados.

¿Te gusta esta especie de agave?


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