La Ajania pacifica es una de esas plantas rústicas que decoran el lugar donde estén todo el año, pero es desde finales del verano hasta comienzos del invierno que sus curiosas flores amarillas hacen su aparición, llegando a cubrir gran parte del follaje.
Es tan resistente, que es perfecta para los jardines de bajo mantenimiento, incluso para aquellos que están cerca del mar. ¿La conocemos? 🙂
Características de la Ajania pacifica
Nuestra protagonista es una planta arbustiva rizomatosa perenne endémica de la isla de Honshu, en Japón. Está formada por hojas lobuladas de color verde o verdeazulado y con el contorno blanco. Éstas brotan de forma espiralada a lo largo de tallos leñosos que se desarrollan de manera que la planta se desarrolla como una manta redondeada la cual alcanza una altura de entre los 30 a 60 centímetros.
Las inflorescencias tienen forma de pequeños capítulos de color amarillo oro reunidos en corimbos. Las flores producen néctar y miel, por lo que atraen a una gran variedad de insectos polinizadores entre los que se encuentran las abejas y las mariposas. Una vez son polinizadas, comienzan a madurar los frutos, que son pequeños aquenios.
¿Cómo se cuida?
Si quieres un ejemplar, no dudes en proporcionarle estos cuidados:
- Ubicación: exterior, a pleno sol o en semisombra.
- Suelo o sustrato: no es exigente. Crece bien incluso en los salinos.
- Riego: resiste la sequía, pero si queremos que esté realmente preciosa es muy aconsejable regarla dos veces por semana en verano, y cada 7 días el resto del año.
- Abonado: desde primavera hasta comienzos de invierno debemos de abonarla con abonos para plantas de flor siguiendo las indicaciones especificadas en el envase.
- Época de plantación o trasplante: en primavera, cuando pase el riesgo de heladas.
- Poda: se pueden recortar un poco las ramas a lo largo del año para mantener su forma redondeada.
- Rusticidad: soporta hasta los -10ºC.
¿Qué te ha parecido la Ajenia pacifica?