La planta de la que te voy a hablar en este artículo es común; de hecho, es probable que tú mismo la tengas en estos momentos, o que la hayas tenido alguna vez. Se conoce como alfabega o albahaca, y aunque es pequeña nos es muy útil.
Si quieres saber cómo cuidarla para que te dure todo el tiempo que sea posible, a continuación te diré lo que tienes que saber sobre ella.
Origen y características
Nuestra protagonista es una planta herbácea perenne cuyo nombre científico es Ocimum basilicum, pero se conoce más como alfabega o albahaca. En climas templados se cultiva más como anual. Alcanza una altura de 30 a 130 centímetros, y desarrolla tallos más o menos rectos de los que brotan hojas opuestas, ovales u ovadas, de color verde lustroso.
Las flores se agrupan en inflorescencias en forma de espiga terminal, y son tubulares de color blanco o violáceo. El fruto es un aquenio (fruto seco cuya semilla no está adherida a su »piel» o pericarpio) redondo.
¿Cuáles son sus cuidados?
Para tener la alfabega perfecta, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
- Ubicación: exterior, a pleno sol. También crece en semisombra si tiene más luz que sombra.
- Tierra:
- Maceta: sustrato de cultivo universal.
- Jardín: es indiferente siempre que tenga buen drenaje.
- Riego: 2-3 veces por semana en verano, y cada 4-5 días el resto del año.
- Abonado: desde comienzos de primavera hasta finales del verano con abonos ecológicos. Si está en maceta, debemos usar abonos líquidos siguiendo las indicaciones especificadas en el envase.
- Multiplicación: por semillas o esquejes de tallo en primavera o verano.
- Recolección: cuando sea necesario, a partir de que el ejemplar haya alcanzado un tamaño adecuado (unos 30cm mínimo). Luego, la podremos usar para consumirla fresca, en sopas, ensaladas o guisos.
- Rusticidad: soporta el frío y las heladas débiles de hasta los -2ºC.
¿Qué te ha parecido esta planta?
me a ayudado la informacion
Nos alegramos por ello 🙂