Hoy vamos a hablar de una especie de trigo sarraceno llamado alforfón. Su nombre científico es Fagopyrum esculentum Moench. Es conocido también por otros nombres comunes como lo es trigo negro, trigo turco, moro, árabe o morisco. Proviene de la región China de Manchuria y es utilizada para la alimentación. En este artículo vamos a profundizar sobre las características del alforfón y todo lo relacionado con su uso y cultivo.
¿Quieres aprender más sobre ello? Sigue leyendo y descúbrelo todo 🙂
Características principales
Se trata de una planta de tipo herbácea bastante robusta capaz de crecer hasta 70 centímetros. Nos podemos encontrar con algunos ejemplares que miden 20 centímetros nada más, aunque parece que su crecimiento está relacionado con la altura ya que se han encontrado ejemplares de hasta un metro en zonas más altas.
Las raíces se van ramificando a partir de una más grande y las secundarias se encargan de extenderse para poder captar todos los nutrientes posibles. El tallo es bastante firme y nudoso de color verde parecido al de los espárragos (enlace). Sus hojas van creciendo de forma alterna son bastante grandes. Algunas tienen hojas perfoliadas y otras un pecíolo que se une al tallo. Para el que no lo sepa, una hoja perfoliada es aquella que nace desde el tallo y van rodeándolo conforme crecen.
Los tallos terminan en una inflorescencia y van formando racimos y agrupaciones de flores. La polinización de este tipo de flores se realiza mediante abejas y, al igual que el caigua son monoicas. Una de las características que tiene el alforfón es la de atraer a grandes cantidades de insectos polinizadores a una zona cuando se encuentran en estadio de floración. Este estadio se da en los meses de julio y septiembre del hemisferio norte que es cuando las temperaturas son más altas.
Las flores del alforfón son de color blanco o rosa y están compuestas por una corola y un cáliz de 5 pétalos y otros 5 sépalos.
Un trigo que no es cereal
Aunque vulgarmente se le llama trigo sarraceno no es un tipo de cereal, sino que es un fruto seco aquenio. Dispone de tres aristas y se emplea en la cocina para elaborar algunos platos exquisitos. Para reconocer un trigo sarraceno es fácil, ya que tiene una forma triangular muy característica.
La cáscara está compuesta de una cutícula que no es comestible (como en la mayoría de las cáscaras de frutos secos) y suele ser de color pardo tirando a negro. Es raro ver el alforfón comercializado con cáscaras. Para venderlo a mejor precio y que se observe la calidad del producto suelen quitarle la cutícula.
Es fácil confundir una semilla del alforfón con el del árbol haya. La diferencia más notable es que la del árbol haya es de un tamaño mucho más grande. Por este enorme parecido, en algunas zonas también se le conoce como trigo-haya.
Antes he mencionado que el alforfón no es un cereal. Esto se debe principalmente a que los cereales pertenecen a la familia de las gramíneas, mientras que este pertenece a la poligonáceas. Aunque todas las señales parezcan decantar que se trata de un cereal, no lo es en absoluto. Es considerado un pseudocereal ya que tiene un alto contenido en almidón. En la alimentación se le otorga un uso muy parecido a la harina y al grano.
Valor nutricional
Es importante conocer el alimento que vamo a consumir. Para ello, vamos a analizar paso a paso todo el contenido que tiene. El principal macronutriente que tiene es el hidrato de carbono. Está compuesto en su mayoría de carbohidratos en forma de almidón (concentración cercana al 70%). Gracias a este contenido alto en almidón se puede utilizar para la formación de algunas pastas como los fideos soba japoneses y como espesante a modo de harina o maicena.
El azúcar que contiene se llama fagomina. Esta es un tipo de molécula cuya función es la de regular el hambre y las ganas de comer. Si nos alimentamos de alforfón nos sentiremos saciados durante más tiempo y estaremos evitando caer en tentaciones como la de dulces o bollería industrial.
Después del alto contenido en carbohidratos, su segundo componente principal es la proteína vegetal. Los aminoácidos más importantes que presenta es la lisina y la metionina. Estos aminoácidos están en pequeña concentración en legumbres, por lo que el trigo sarraceno se hace imprescindible para poder sustituirlas. Es perfecto para combinar con legumbres y otros cerales al aumentar el vaor biológicos de las proteínas de estos.
La gran ventaja para una parte de la población afectada es que no tiene gluten. Esta es una gran noticia para los celíacos. Con el alforfón se pueden hacer panes y otras recetas para los celíacos de una forma natural y bastante nutritiva.
A diferencia de otros muchos frutos secos, el contenido de grasas es muy bajo. Por cada 100 gramos de producto, estamos ingiriendo tan sólo 3,40 gramos de grasa. Además, la grasa que posee es insaturada, por lo que es bastante saludable para las personas que tienen problemas vasculares y colesterol. A diferencia de las almendras o las nueces, apenas tiene grasas.
Micronutrientes del alforfón
Un micronutriente esencial en el trigo sarraceno es la fibra. Ideal para todas las personas que necesitan regular su tránsito intestinal y que se encuentran con problemas de dolores de estómago o atascos en el baño. Su contenido en fibra soluble es comparable a la de muchos otros cereales. Si hervimos este grano obtendremos una estructura más gelatinosa.
En cuanto a las vitaminas, tenemos un alto contenido en niacina, acido fólico y pantoténico. también tiene algunas concentraciones, aunque más bajas, de algunas vitaminas presentes en compuestos de alto contenido en hidratos de carbono como lo son tiamina y la riboflavina.
Por último, tenemos un contenido de minerales bastante rico con zinc, magnesio y potasio. Es pobre en sodio, por lo que viene bien para las dietas pobres en sodio además de tener propiedades diuréticas.
Espero que os haya gustado el post sobre el alforfón y toda la información que habéis aprendido al respecto.