Analizando los tipos de suelos del jardín

Suelo del jardín

Al momento de comenzar a pensar un jardín lo mejor que puedes hacer es pensar el proyecto a partir de las condiciones naturales del lugar. Es decir, qué características tiene la superficie en cuestión, si presenta diferentes niveles, si el sol ilumina todos los rincones o hay zonas diferenciadas, si hay espacios húmedos y otros secos y cuál es el clima en el que se encuentra el espacio.

Pero además, es importante estudiar las características del suelo pues de él dependerá el tipo de plantas que puedes cultivar así como las necesidades de las mismas. Hay especies que son apropiadas para determinados tipos de suelo o bien especies que podrás cultivar en ciertos sectores pero no en otros, atento a las características particulares de cada sector.

Tipos de suelos

Para distinguir los tipos de suelos lo mejor que podría ocurrir es conocer la historia previa del lugar, si allí ha habido vegetación con anterioridad, si antes hubo una construcción, si fue una zona virgen, etc. Esta información será relevante a la hora de analizar el suelo y su composición.

De acuerdo a la textura del suelo, es decir a cómo luce y cómo se siente, es posible distinguir cuatro tipos de suelo:

Suelo arcilloso: es un tipo de suelo compacto y hasta podríamos decir que gomoso que no permite que el agua penetre bien.

Suelo arcilloso

Suelo pedregoso: es un suelo que presenta muchas piedras y por eso se dificulta el cultivo de plantas. La tierra además es seca y compacta.

Suelo arenoso: a diferencia del suelo arcilloso, este suelo es suelto y seco por lo que el agua se absorbe con rapidez.

Suelo franco: es un suelo liviano y suelto que presenta una gran cantidad de limos (sedimento de ríos), humus y materia orgánica, y por eso es muy fértil.

A la hora de pensar el suelo, es importante tener en cuenta tres factores: la riqueza del suelo, el drenaje y la temperatura. Cada suelo será pobre o rico en nutrientes mientras que la ligereza del suelo incidirá en la capacidad de absorción del agua. Para tener una idea, lo ideal es que el agua tarde hasta 5 segundos en ser absorbida y que permanezca en la tierra durante una hora.

Suelo arenoso

Profundidad del suelo

Una vez distinguido el tipo de suelo del jardín, será útil conocer su profundidad pues hay plantas de raíces generosas que necesitan de una gran profundidad para que éstas se extiendan sin limitaciones. Se consideran suelos profundos aquéllos que superan los 2 metros de profundidad y permiten que incluso los árboles se desarrollen en ellos.

Los suelos poco profundos tienen no más de 50 cm de profundidad y por lo general se trata de suelos que han sido rellenados con tierra de cultivo. En ellos sólo es posible plantar plantas pequeñas.


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