El agua es un recurso esencial, pero cada vez más escaso, por eso, aprovechar aguas regeneradas para riego en jardines y huertos no solo es una alternativa práctica, sino también un gesto responsable con el medio ambiente.
El reutilizar esas aguas consiste en recuperarla de diversas fuentes, tratarla y aprovecharla para fines beneficiosos como el riego de jardines, huertos y parques.
En este artículo vamos a explorar qué son estas aguas, cuáles son sus beneficios, cómo se regulan en España y qué sistemas podemos usar en nuestro jardín o huerto doméstico.
¿Qué son las aguas regeneradas?
Las aguas regeneradas son aquellas que provienen de aguas residuales domésticas o industriales que han pasado por tratamientos para eliminar impurezas, microorganismos y sustancias químicas nocivas.
No es apta para consumo humano, pero se utiliza para riego de jardines parques y cultivos comestibles u ornamentales.
Es muy beneficioso este sistema ya que permite aprovechar el agua potable. Al tiempo que podemos usar la regenerada para mantener nuestras plantas verdes, huertos productivos y jardines floridos .
Sin depender exclusivamente del agua potable, que es tan valiosa, pero, siempre incorporando las precauciones adecuadas.
Tipos de aguas regeneradas para riego
Se utilizan aguas de diferentes fuentes para este objetivo como ser:
Aguas residuales municipales: Es la fuente más común para recuperar el agua a gran escala. Aunque es importante cumplir con los estándares de salud pública para su uso no potable, y tenemos que saber que no es apta para beber.
Aguas grises: En este caso son aguas residuales que provienen de fuentes como duchas, bañeras, lavadoras, y se utilizan para el riego de jardines. Se almacenan en un tanque específico antes de su uso.
Aguas residuales urbanas: Esta categoría es más amplia en ella se encuentran las aguas residuales municipales y las grises, lo que constituye una gran fuente para el riego con un agua recuperada en las ciudades.
Los fines de riego y el tratamiento
- Se utiliza para el paisajismo, regar jardines residenciales, parques y campos de golf.
- También para el riego agrícola y cultivos que se procesan antes del consumo, o también para otro tipo de cultivos como forrajes, fibras y plantas ornamentales.
Tratamiento y calidad
El tratamiento que se le va a realizar el agua va a depender de su uso previsto. El avanzado elimina los nutrientes y las sustancias químicas orgánicas para cumplir con las normativas más estrictas.
En algunos casos puede mantener nutrientes beneficiosos como nitrógeno y fósforo que pueden mejorar la salud del suelo.
Las regulaciones de las aguas regeneradas están realizadas por los gobiernos estatales y locales para garantizar la máxima seguridad, para prevenir la contaminación cruzada con los suministros de agua potable.
Beneficios del uso de aguas regeneradas en riego
El uso de aguas regeneradas ofrece varias ventajas, tanto económicas como ambientales:
Ahorro de agua potable
Reutilizar aguas tratadas para riego ayuda a reducir el consumo de agua potable, reservándola para usos domésticos y consumo humano. Es muy beneficioso porque proporciona un suministro de agua muy confiable en las zonas propensas a la sequía.
Conservación ambiental
Al reutilizar aguas residuales tratadas, se disminuye la presión sobre ríos, embalses y acuíferos. Esto contribuye a mantener los ecosistemas locales y evita el vertido de aguas residuales sin tratar al medio ambiente. Por lo que reduce la contaminación por nutrientes en ríos y lagos.
Beneficio económico
Aunque instalar un sistema de riego con aguas regeneradas puede requerir una inversión inicial, a medio y largo plazo supone un ahorro en la factura de agua, especialmente para jardines grandes o huertos comunitarios.
Además, reduce el utilizar fertilizantes químicos para proporcionar nutrientes necesarios como el nitrógeno y el fósforo, que ayudan a aumentar el rendimiento y la productividad de los cultivos.
Mejora del suelo
Algunas aguas regeneradas contienen nutrientes como nitrógeno o fósforo, que pueden actuar como fertilizantes naturales y mejorar la calidad del suelo de forma sostenible.
Reglamento y normativas sobre aguas regeneradas
En España, el uso de aguas regeneradas está regulado para garantizar la seguridad sanitaria y la protección del medio ambiente. La normativa principal es:
Real Decreto 1620/2007: establece las condiciones para la reutilización de aguas depuradas. Define los niveles de calidad del agua según su uso, incluyendo el riego de jardines y zonas verdes.
Además, las Normas Autonómicas (como las de Valencia o Murcia), regiones con escasez de agua, pueden tener regulaciones específicas que determinen los métodos de riego permitidos y los requisitos de almacenamiento local. Para el riego doméstico, la normativa establece pautas como:
Calidad: El agua debe cumplir con ciertos parámetros microbiológicos y químicos. Se necesita desinfección adicional (como cloración, radiación UV u ozono) para reducir los niveles de patógenos a límites seguros.
Uso en alimentos: No debe utilizarse en alimentos que se consuman crudos, salvo que se garantice una seguridad sanitaria equivalente a la de otros suministros.
Método de riego: El riego debe realizarse de manera que minimice el contacto directo con personas, por ejemplo, mediante riego por goteo o aspersión controlada, evitando la pulverización sobre zonas de tránsito.
Cumplir estas reglas garantiza que el uso de aguas regeneradas sea seguro y eficaz, sin riesgos para la salud de las personas ni del ecosistema.
Sistemas de riego con aguas regeneradas
Para aprovechar las aguas regeneradas en casa o en el huerto, existen varias opciones según el tipo de jardín, espacio disponible y presupuesto:
Riego por goteo: Ideal para huertos y plantas en macetas. Este sistema brinda el agua directamente a la raíz, lo que minimiza pérdidas por evaporación y evita el contacto directo con hojas y frutos. Además, permite dosificar con gran precisión la cantidad de agua.
Aspersión controlada: Se puede usar en jardines medianos o grandes. Es importante que el agua no entre en contacto con personas y que se evite pulverizar sobre zonas de tránsito. Algunos sistemas incorporan filtros y válvulas que regulan la presión y reducen la exposición.
Tengamos en cuenta que el uso de un controlador mecánico o electrónico ayuda a prevenir el riego en exceso, lo que es un problema en los sistemas de riego por goteo.
Almacenamiento en depósitos: El agua regenerada se puede almacenar en depósitos cerrados antes de su uso, lo que permite regular su distribución según las necesidades del jardín o huerto.
Este sistema va a garantizar un suministro de riego constante especialmente durante las temporadas de sequía.
Es recomendable instalar filtros adicionales para eliminar residuos sólidos que puedan obstruir las tuberías del riego.
Integración con sistemas de lluvia y recogida de agua de lluvia: Para un enfoque más sostenible, se puede combinar aguas regeneradas con agua de lluvia recogida, creando un sistema mixto que reduce aún más el consumo de agua potable, realizando un uso muy consciente de este bien tan preciado. Esto es especialmente útil en huertos urbanos o jardines familiares.
Recomendaciones prácticas
Si quieres empezar a usar aguas regeneradas en tu jardín o huerto, aquí van algunos consejos:
Un factor de seguridad importante es utilizar el agua almacenada dentro de un máximo de 24 horas, ya que las bacterias pueden crecer rápidamente en el agua estancada.
Elige plantas adecuadas: muchas ornamentales y cultivos comestibles toleran perfectamente este tipo de riego, pero evita usar aguas regeneradas en verduras que se consuman crudas sin lavar.
Es importante que no permitas que el agua regenerada toque las comestibles de las plantas. Para los cultivos comestibles tienes que utilizar el riego por goteo, o una regadera para aplicar el agua directamente al suelo.
No es recomendable utilizar estas aguas en determinados cultivos, por ejemplo, en hortalizas de raíz que las vas a consumir crudas, ya que existe riesgo de contaminación.
Mantén los sistemas limpios: revisa filtros, tuberías y depósitos para prevenir obstrucciones y proliferación de bacterias.
Usa riego localizado siempre que sea posible: goteo o microaspersión reducen riesgos y maximizan el aprovechamiento del agua.
Capacítate sobre fertilización: algunas aguas regeneradas ya contienen nutrientes, por lo que puede ser necesario ajustar la fertilización del suelo para no sobrecargarlo.
Consulta la normativa local antes de instalar cualquier sistema. Algunas comunidades requieren permisos específicos.
El aprovechamiento de aguas regeneradas es una solución práctica y sostenible para jardines y huertos en España. Permite ahorrar agua potable, reducir impactos ambientales y, en muchos casos, mejorar la fertilidad del suelo.
Además, es muy beneficioso para los productores agrícolas ya que el estrés hídrico causa un gran impacto. El no disponer del agua no les permite producir cultivos y pasturas de mejor calidad, lo que puedo repercutir en su economía.
Al utilizar estas aguas tratadas que tienen nutrientes para la tierra y los cultivos les va a beneficiar en ahorrar dinero, y además evitar el desperdicio de agua potable.
Para finalizar, con sistemas de riego adecuados, cumplimiento de la normativa y un mantenimiento sencillo, cualquier aficionado a la jardinería puede beneficiarse de esta técnica, contribuyendo al mismo tiempo a un uso más responsable de los recursos hídricos.
Empezar a usar aguas regeneradas puede parecer un pequeño cambio, pero representa un paso importante hacia una jardinería más sostenible y consciente, adaptada a los desafíos que trae la escasez de agua en todo el planeta.