En los jardines de las casas debería haber siempre algún tipo de árbol. Si el jardín es pequeño, pues el árbol debe ir acorde con el espacio dónde se va a desarrollar. Para jardines pequeños, podemos utilizar árboles trepadores como la Pasionaria. Este arbusto se puede colocar en los extremos del jardín para que se extienda por las paredes o rejas que cubren el jardín. También podemos usarla para enredarla por algún tipo de cenador que tengamos.
Además la Pasionaria tiene unas flores muy bonitas, con un color azul. Prácticamente todas las Pasionarias producen unos frutos de color naranja. Los de la Pasionaria Edulis, se pueden comer, incluso, de este fruto se obtiene la bebida refrescante maracuyá.
Otro árbol ideal para un jardín pequeño es el Hibiscus. Este arbusto puede alcanzar una altura de no más de 5 metros, pero siempre se pueden recortar las ramas para que alcance la altura deseada. Este arbusto tiene unas hojas brillantes dentadas, que dependiendo del tipo de Hibiscus pueden ser más grandes (Hibuscus rosa-sinensis) o más pequeñas (Hibiscus Syriacus).
Las flores del Hibiscus son muy llamativas, pueden ser de todos los colores, siendo los más comunes el violeta y el rosa. Al igual que ocurre con las hojas, las flores también serán más grandes o más pequeñas según la variedad.
El árbol que más me gusta a mí, es la Camelia. Creo que sus flores son muy bonitas y lucen en cualquier parte. Pueden ser de diversos colores, pero lo más impresionante es el tremendo número de ellas que hay en un solo árbol. Además son flores que duran mucho tiempo y que al florecer en la época invernal, nos alegran en esos momentos de frío.
Estos tres árboles producen muchas flores, y son ideales para los jardines. Es cierto que tanto para jardines grandes como para pequeños, pero para los jardines pequeños más, ya que son árboles que ocupan poco espacio, son bajos y además sus tallos no son muy abundantes.
Más información – ¿Cómo elegir la enredadera perfecta? II
Fuente – MorgueFile Free