Imagen – Wikimedia/Dick Culbert de Gibsons, BC, Canadá
La Ardisia crenata es un fantástico arbusto que se utiliza tanto como planta de interior como de exterior en climas cálidos sin heladas. Sus hojas son muy bonitas, pero lo que más llama la atención son sus frutos, que parecen cerezas de un color rojo espectacular.
Si quieres saber cuáles son sus características y cómo tenerla de maravilla, a continuación te voy a contar todo sobre ella.
Origen y características
Nuestro protagonista es un arbusto perennifolio originario de China y de la India cuyo nombre científico es Ardisia crenata. Sus hojas son de color verde oscuro, coriáceas, simples y enteras con el margen ondulado. Las flores son pequeñas, de color blanco y con forma de estrella, y se reúnen en inflorescencias paniculares. Edstas son ligeramente perfumadas. El fruto es una baya de color rojo vivo y brillante.
Crece hasta alcanzar 1 o 1,5 metros, de ahí que se pueda cultivar sin problemas en macetas durante toda su vida, o en jardines pequeños, medianos o grandes.
¿Cuáles son sus cuidados?
Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
- Ubicación:
- Exterior: ha de estar en semisombra.
- Interior: colócala en una habitación en la que entre mucha luz natural. Puede estar cerca de la ventana pero en una zona protegida de la luz directa.
- Tierra:
- Maceta: sustrato de cultivo universal mezclado con un 30% de perlita.
- Jardín: crece en suelos fértiles con buen drenaje.
- Riego: en verano se ha de regar unas 3 o 4 veces por semana, y el resto del año una o dos veces por semana.
- Abonado: desde comienzos de primavera hasta finales del verano con un abono universal, siguiendo las indicaciones especificadas en el envase. También se pueden usar abonos ecológicos.
- Plagas: cochinillas y pulgones, que se tratan con insecticidas específicos.
- Rusticidad: no resiste el frío ni las heladas.
¿Qué te ha parecido la Ardisia crenata?
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