Asparagus plumosus, la planta que mejor se adapta al interior del hogar

El Asparagus plumosus es una de las plantas originarias de Sudáfrica que mejor se adapta a vivir en el interior de los hogares. Tiene unos tallos muy finos que le dan un aspecto plumoso muy decorativo, hasta el punto de que muchos podrían pensar que en realidad es un helecho. Pero no, no lo es ? .

En las floristerías se usa mucho como relleno para confeccionar ramos, pero en casa la puedes tener en maceta por ejemplo como centro de mesa.

Características del Asparagus plumosus

Esta es una decorativa planta trepadora perennifolia conocida como esparraguera de las floristas, es originaria de África del Sur. Su nombre científico es Asparagus setaceus (antes Asparagus plumosus), y se caracteriza por tener tallos muy ramificados, con hojas aciculares que se ubican en el mismo plano que las ramas laterales, que es lo que da el aspecto de fronde de helecho.

Las flores, que brotan en verano, miden 0,4cm y son de color blanquecino. No son muy vistosas. El fruto es una baya de color verde que se vuelve negra al madurar. Éste es muy tóxico y no se debe de comer.

¿Cómo se cuida?

¿Cómo se puede tener esta planta tan bonita como el primer día? Descubre cuáles son sus cuidados:

Ubicación

Tiene que estar en una habitación muy luminosa.

En realidad, la puedes tener tanto dentro de casa (donde debes ubicarla en la zona donde más luz le dé a la planta) como fuera, aunque en este caso es mejor en un lugar más sombrío.

Si a la planta no le da la luz te arriesgas a que se alargue más de la cuenta (porque está buscando la luz) y eso hace que su porte y densidad se pierda.

¿Qué le pasa en el exterior para no estar a pleno sol? La esparraguera sí que puede soportarlo, no es que no pueda; pero el sol afectará al verdor de su follaje, amarilleándolo, y eso hace que parezca enferma o que no llame la atención. Por eso se recomienda más una zona de semisombra.

Riego

Durante el verano se debe regar muy frecuentemente, tres o cuatro veces por semana; el resto del año hay que disminuir la frecuencia.

La planta Asparagus plumosus requiere de agua casi constante. Y es que le encanta tener húmeda la tierra para poder sobrevivir. Pero eso no quiere decir que no aguante la sequía; lo hará, solo que ralentizará el crecimiento (hasta el punto de quedarse parada).

En general, para que sepas cómo hay que hacerlo, te lo dejamos:

• Verano: 3-4 veces a la semana.
• Invierno: puede ser una vez a la semana, pero si hace frío, puedes regarla cada 10-15 días solo.

Ten en cuenta que también necesita humedad, y agradece muy mucho que pulverices agua sobre ella porque le encanta.

Sustrato

No es exigente, pero es aconsejable que tenga buen drenaje.Por ejemplo, podrías utilizar un sustrato universal mezclado con perlita, akadama o vermiculita, ya que estos le darán a la tierra la oxigenación que necesita para sentirse más cómodo.

Al mismo tiempo, ese drenaje también te puede servir como retenedor de humedad. Eso sí, dependiendo del que elija tendrás más o menos (la akadama, por ejemplo, absorbe la humedad muy bien y mantiene a la planta húmeda, pero la vermiculita y perlita retiene menos y eso implica regarla más a menudo).

Abonado

Durante la primavera y el verano se debe abonar con un abono universal para plantas verdes. No conviene abusar de él por lo que es recomendable que lo utilices solo una vez cada quince días para conseguir resultados.

Poda

Quitar las ramas secas, y recortar las que hayan crecido demasiado. Básicamente eso es lo que tendrías que hacer para que tu esparraguera se mantuviera sana durante todo el año.

Además, no tienes que esperar a una determinada época para podarla; se puede hacer durante todo el año.

Eso sí, para quitar los tallos secos, conviene que las cortes lo más abajo posible (rozando con la tierra) porque así evitarán gastar energías en volver a salir.

Debes saber también que, si una Asparagus plumosus se seca, que puede pasar, no quiere decir que se haya muerto. En este caso, para revivirla, se hace una poda drástica. ¿Por qué se le llama así? Porque debes coger una tijeras buenas y cortar todos y cada uno de los tallos lo más abajo posible (a ras de la tierra).

A continuación, si la tenías en una maceta, debes coger esta y meterla en un recipiente lleno de agua (riego por inmersión). Tienes que esperar a que la planta se empape muy bien, que dejen de salir burbujas, para sacarla.

Una vez la tengas fuera deja que suelte el exceso de agua y colócala en una habitación donde las temperaturas no bajen de 13 grados. Ha de ser un lugar fresco.

En unas semanas tendrás nuevos brotes y recuperarás tu planta.

Trasplante

Cada dos-tres años. El trasplante es necesario, y además obtienes a cambio un mayor crecimiento de la planta.

Ahora bien, se puede llevar a cabo de dos formas diferentes:

• Puedes trasplantarla todos los años durante 4-5. Esto se hace con ejemplares jóvenes para fomentar el crecimiento y hacer que florezca más rápido y mejor.
• Puedes trasplantarla cada 2-3 años, normalmente cuando veas que las raíces empiezan a salir por el agujero de la maceta y que además se ha parado su crecimiento (que no crecen nuevos tallos).

Sea como sea debes tener en cuenta que necesitarás una maceta un poco más grande cada vez. A la hora de trasplantarla, nuestra recomendación es la siguiente:

• Deja que se seque un poco la tierra. De esta forma te va a ser más fácil sacar la Asparagus plumosus de la maceta. Eso sí, si a pesar de tirar no salen, no la fuerces, es mejor romper la maceta.
• A continuación, con un palito, deberías intentar quitarle el máximo de tierra posible. Esto se hace para eliminar aquella que ya no le vale (porque no le va a nutrir). Evita dañarle las raíces y dedica tiempo a esto.
• Cuando la tengas, será el momento de preparar su nueva maceta, con una base de drenaje y tierra mezclada con este. Asiéntala y cubre con tierra sin apelmazar demasiado.
• Por último, solo tendrás que regar.

Plagas

Puede verse afectada por pulgón, araña roja y cochinilla algodonosa.

De todas ellas, la araña roja es quizá la más habitual en las esparragueras. Puedes darte cuenta de que la tiene si las hojas empiezan a volverse amarillas y se caen descubriendo pequeños filamentos debajo de las hojas. Si te pasa eso, es la araña roja. Para remediarlo, nada mejor que aumentar la humedad de la planta porque este insecto no la aguanta.

En el caso de las cochinillas, si bien también amarilleará la planta, podrás ver pequeños insectos de color marrón en los tallos y las hojas. Lo mejor es retirarlas a mano con un poco de alcohol y rociar la planta con una mezcla de jabón negro, agua caliente y alcohol metílico.

Multiplicación

Por semillas y por división de mata en primavera o verano.

Si usamos el método de las semillas, estas podemos obtenerlas cuando florezca la esparraguera. Las semillas deben ser plantadas siempre a principios de la primavera y en un semillero.

Coloca un poco de tierra sobre una capa de drenaje y pon las semillas. Después, cubre ligeramente con sustrato y riega (o pulveriza).

Este semillero debe estar siempre a la sombra y a poder ser en una habitación que mantenga la temperatura constante a 16 grados. Además, si lo cubres con papel film (haciéndole algunos agujeros) mucho mejor.

En el momento en que se vea que las semillas germinan puedes quitar el papel e ir llevándolas hacia la luz. Y solo cuando se vea que están fuertes debes plantarlas en macetas.

En el caso de que optes por dividir la planta, los pasos a dar son mucho más fáciles, pero te arriesgas a que pase una temporada «detenida».

La división debes realizarla en primavera y puedes dividirla un máximo de 5-6 nuevas plantas. Todo dependerá de cuántos tallitos quieres que tenga cada planta.

Rusticidad

Es sensible al frío. La temperatura no debe bajar de los 10ºC.

A disfrutar de tu planta ? .