Avellano: Cuánto tarda en dar fruto

El avellano tarda unos ocho meses en dar fruto

Qué ricas que están las avellanas… ¡y qué caras! Seguro que más de uno se habrá planteado sembrar un árbol que le de cada año algunos de estos frutos secos. Sin embargo, hay una pregunta que se hace mucha gente respecto al avellano: ¿Cuánto tarda en dar fruto?

A esta pregunta y más vamos a contestar en este artículo. Además, hablaremos de los tipos de avellanas que existen, cómo se consumen y cuáles son sus propiedades más saludables para nuestro organismo.

¿Cómo se producen las avellanas?

El avellano es un árbol autosuficiente

Los famosos frutos secos llamados avellanas provienen de un árbol betuláceo de nombre similar: avellano. La mejor estación del año para sembrarlo es en otoño. Esta tarea la podemos llevar a cabo con semillas extraídas de la planta o bien con semillas compradas en una jardinería. El avellano puede llegar a alcanzar una altura de hasta ocho metros y en primavera ya empieza a florecer y a dar frutos.

Avellanas, frutos del avellano
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A la hora de escoger el terreno para sembrar, debemos tener en cuenta que la tierra sea muy fértil, tenga un drenaje excelente y que el clima sea templado, es decir, con temperaturas frescas en invierno y suaves en verano. La tierra no debe ser muy húmeda ni pesada, mientras que el lugar debería estar ligeramente sombreado.

Hay que destacar que, a pesar de sus enormes dimensiones y del fruto tan nutritivo que crea, se trata de una betulácea muy resistente e incluso autosuficiente. Teniendo en cuenta que el avellano es un árbol de crecimiento importante, podemos llegar a controlarlo mediante una buena técnica de poda.

Cuándo y cómo se recolectan los frutos del avellano

El avellano florece en primavera. Su tan codiciada fruta se forma en el interior de una cáscara dura o un caparazón de color canela y está lista para ser recolectada al cabo de unos ochos meses. La cosecha de la misma se puede hacer de forma manual o mediante el uso de maquinaria especializada. Sin embargo, si no nos dedicamos al cultivo del avellano en terrenos muy extensos, esta última opción no nos saldría para nada rentable por el elevado coste de las máquinas.

La recolección de las avellanas se debe hacer cuando el fruto empiece a marchitarse. Hay que hacerlo con mucho ojo y en el momento oportuno. Si esperamos demasiado para cosechar las avellanas, estas acabarán teniendo demasiada humedad. Lo ideal es que el fruto no sobrepase el 7% u 8% de humedad. En el caso de que el porcentaje fuera mayor, no se podrá realizar el secado de forma correcta y, como consecuencia, el fruto pierde calidad a la hora del consumo.

Cómo se consumen las avellanas

Las avellanas suelen ser uno de los ingredientes principales de las cremas untables de cacao

A la hora de consumir los frutos del avellano, el núcleo se puede ingerir tanto crudo como cocinado, como un fruto seco entero o en pasta. La piel oscuro que lo rodea suele tener un sabor amargo, por lo que es habitual quitarla. Además, de la avellana podemos obtener un aceite cuyo sabor es bastante fuerte y característico. El uso más común que le damos a las avellanas es en garrapiñadas, confitería o mezcladas con chocolate. También hay que destacar que habitualmente es uno de los ingredientes principales de la mayoría de las cremas untables de cacao, como por ejemplo la Nocilla o la Nutella. En cuanto a la pasta de este fruto seco, forma parte de los ingredientes principales de los llamados torts vieneses.

Cabe destacar que las avellanas tienen un nivel nutritivo muy alto debido a su contenido de minerales y proteínas. De hecho, antiguamente solían recomendar el consumo de estos frutos secos para tratar las mordeduras de animales venenosos, la amibiasis, la tos y la uricemia. Mientras, en las ceremonias matrimoniales, las avellanas se consideraban como un emblema de fecundidad.

Uno de los motivos principales por el cual se utiliza tanto la avellana es por sus características organolépticas, a parte de su aporte en calcio y su alto nivel energético procedente del aceite, de las proteínas y de los carbohidratos. Se trata de un fruto seco saludable que ayuda a disminuir el riesgo de adquirir ciertas enfermedades cardiovasculares y patológicas. Además, es una fuente natural de las vitaminas E y C, por no hablar de sus excelentes propiedades antioxidantes. Gracias a los ácidos grasos monoinsaturados que contiene, la avellana ayuda a reducir el colesterol alto.

Propiedades del fruto del avellano

A parte de las ventajas que nos ofrece el consumo de la avellana que ya hemos mencionado, este fruto seco también posee otras propiedades muy beneficiosas para nuestra salud. Vamos a nombraras a continuación:

  • Combate el estreñimiento, el cansancio, la fatiga y algunas enfermedades como, por ejemplo, la osteoporosis y la artritis.
  • Reduce los niveles altos de colesterol.
  • Previene algunas enfermedades cardiacas.
  • Evita la descalcificación.
Avellanas
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Está claro que comer frutos secos, como la avellana, es saludable, pero siempre con moderación. Sobre todo hay que evitar el consumo de las avellanas cuando somos alérgicos a frutos secos, como por ejemplo las almendras, el cacahuete, etc.

Tipos de avellanas

Existen diferentes tipos de avellanas

Como suele pasar en el mundo de la botánica, existe más de un tipo de avellana. Hay un total de tres subespecies de este fruto:

  • Corylus avellana racemosa Lam: Estas avellanas se agrupan en racimos. Tienen un aspecto redondo, voluminoso y estriado.
  • Corylus avellana glandulosa Lin: Tiene un aspecto parecido a la bellota. Su tamaño es variable y su cáscara blanda.
  • Corylus avellana máxima Lam: es redonda, gruesa y mediana, de cáscara dura. Se le denomina avellana Napolitana.

Dentro de estas subespecies existen diferentes variedades de avellanas. Son las siguientes:

  • Negret: Se trata de una avellana es pequeña y crece agrupada en unas tres o cuatro unidades. Tiene una cáscara dura y su origen es de España.
  • Fértil: Este fruto es grueso y también crece agrupado, pero en dos o tres unidades. Esta variedad es muy antigua y proviene de Francia.
  • Ennis: El Ennis tiene una cáscara medianamente gruesa y es originario de Estados Unidos.
  • Tonda: Esta avellana es de las más grandes que existen y posee una cáscara gruesa. Es de las más antiguas y viene de Italia.

Si estáis pensando en plantar un avellano para poder disfrutar de su riquísimo y sanísimo fruto seco, ¡os animo a que lo intentéis!


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