Bauhinia de Natal (Bauhinia natalensis)

Bauhinia natalensis

Los árboles y arbustos del género Bauhinia son preciosos, de aquellos que no puedes dejar de admirar. Tanto si están en flor como si no, siempre es un buen momento para hacerles una foto y compartirla, por ejemplo, en redes sociales. Aunque hay muchas especies y todas son perfectas para jardín, en esta ocasión te vamos a presentar a una que no es muy conocida, la Bauhinia natalensis.

Además de poder estar en tierra, es ideal también para maceta, ya que tolera bastante bien la poda. Así que, ¿por qué no conocerla? 🙂

Origen y características

Nuestra protagonista es un arbusto originario de África, concretamente de la franja costera del sur de KwaZulu-Natal. Su nombre científico es Bauhinia natalensis, aunque se la conoce más por Bauhinia de Natal. Es una planta muy bonita, de rápido crecimiento, que en pocos años alcanza su tamaño adulto de 2,5 x 3 metros.

Las hojas recuerdan mucho a las alas de una mariposa: están compuestas en dos lóbulos redondeados, casi completamente divididos y casi circulares. Miden mucho menos que las de sus hermanas: 3-4cm. Florece en primavera-verano. Las flores son blancas, ligeramente fragantes y delicadas.

El fruto es una vaina dorada acabada en punta puntiaguda, de 70 x 100mm.

¿Cuáles son sus cuidados?

Bauhinia natalensis

Si te animas a adquirir un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:

  • Ubicación: exterior, a pleno sol.
  • Tierra:
    • Maceta: sustrato de cultivo universal mezclado con un 30% de perlita.
    • Jardín: crece en todo tipo de suelos siempre que tengan buen drenaje.
  • Riego: 2-3 veces por semana en verano, y cada 4-5 días el resto del año.
  • Abonado: desde primavera hasta verano con abonos orgánicos, como el compost, el guano u otro. En caso de tenerla en maceta, usar abonos líquidos.
  • Multiplicación: por semillas en primavera.
  • Poda: a finales de invierno. Quitar las ramas secas, enfermas o débiles, y recortar aquellas que hayan crecido demasiado.
  • Rusticidad: soporta el frío y las heladas de hasta los -2ºC. Eso sí, puede perder las hojas. Lo ideal es protegerla en un invernadero.

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