Las begonias son unas plantas cuyo valor ornamental reside en… todas sus partes: sus flores, y también sus hojas, por lo que resultan ser unas candidatas perfectas para decorar tu hogar.
Aprendamos a cuidarlas.
Begonia exotica
Estas hermosas plantas son originarias de las regiones cálidas de América, África y Asia, donde viven bajo la sombra de los grandes árboles en las selvas húmedas. El género comprende más de mil especies, muchas de las cuales no superan los 30cm de altura, aunque hay otras que son trepadoras e incluso árboles. Actualmente hay más de 9 mil variedades e híbridos, y de cada vez van apareciendo de nuevos.
Begonia rex ‘Escargot’
Las begonias tienen unas hojas muy decorativas, cuyos colores variarán según la especie, y según el híbrido, ya que pueden ser verdes, o bien de dos o más colores. Sucede lo mismo con las flores: no hay una que sea igual a otra, algo muy positivo pues así tendremos más variedad para elegir.
Begonia semperflorens
En cultivo son unas plantas que podremos tener en cualquier rincón del hogar, siempre que disponga de mucha luz natural. Si vivimos en un clima libre de heladas, la podemos plantar en un rincón donde no le dé el sol directo, o tenerla en macetas por ejemplo como centro de mesa.
Begonia rex ‘J. Gillinwators’
Es muy importante utilizar un sustrato que facilite el drenaje, ya que son plantas muy sensibles a la podredumbre de los tallos por exceso de riego. Teniendo esto en cuenta, mezclaremos turba negra y perlita (o cualquier otro material poroso) a partes iguales. También es recomendable añadir una primera capa de greda volcánica a la maceta, antes de proceder al trasplante de la planta. Este sustrato lo mantendremos húmedo, pero no encharcado, regando unas 2 veces por semana en verano y 1-2 cada siete días el resto del año.
Recuerda pulverizar de tanto en cuando con Aceite de Neem para prevenir plagas, y ¡disfruta de tus Begonias!