La Bellis perennis es una hierba pequeña, casi cespitosa, pero produce flores de un color blanco que atrae todas las miradas. Es muy conocida por el nombre de margarita de los prados, ya que es común encontrarla en esos lugares, pero también en los jardines y en los descampados.
Como toda herbácea, tiene un ritmo de crecimiento rápido. Por eso es muy interesante incluirla en el diseño del jardín, ya que por ejemplo se puede plantar cerca del césped o mezclado con él para que las abejas y las mariposas vayan a visitarla cada vez que sientan la necesidad de alimentarse.
Origen y características de la Bellis perennis
Imagen – Wikimedia/H. Zell
La margarita de los prados es una planta que pertenece al género Bellis, el cual pertenece a la familia Asteraceae. Tiene un sistema radicular rizomatoso, y hojas verdes con forma obovado-espatuladas las cuales miden unos 60 centímetros de largo por hasta 2 centímetros de ancho.
De su centro brotan flores blancas, de 5 centímetros de diámetro de otoño hasta comienzos del verano, y tras la polinización produce frutos que son aquenios de 1 centímetro de diámetro.
Es nativa de Europa, el norte de África y de Asia Central, aunque hoy en día puede encontrarse en cualquier parte del mundo (excepto en los polos y en los desiertos).
¿Para qué sirve?
La Bellis perennis se usa como verdura. Las hojas se consumen en ensaladas, a veces incluso se mezcla con hinojo (Foeniculum vulgare) o diente de león (Taraxacum officinale). Por eso, es muy interesante tener estas plantas en la cocina o en la repisa de una ventana, para que les dé el sol y puedan crecer bien. Así necesitarán menos tiempo para estar listas.
Pero tiene también uso medicinal. En medicina popular se usa como remedio para las heridas, quemaduras, y para las enfermedades respiratorias leves, como los resfriados, y las digestivas. Asimismo, se cree que cuida de los ojos. Para aprovecharse de sus beneficios, se consumen las hojas, flores y raíces.
Cultivo y cuidados de la margarita de los prados
Imagen – Wikimedia/PROPOLI87
Esta es una planta muy resistente, que se adapta con facilidad a las condiciones que hay en distintos lugares. Es por eso por lo que podemos decir que es ideal para los principiantes, así como para aquellos que quieren cultivar especies fáciles. Así que vamos a explicarte cómo cuidar de la Bellis perennis:
Siembra
La mejor época para sembrar las semillas de esta hierba es en primavera. Hay que esperar a que las temperaturas sean cálidas, ya que de este modo germinarán más rápido y las plantitas crecerán mejor. El paso a paso a seguir es el siguiente:
- Lo primero es preparar el semillero, como una maceta o, si es posible, una bandeja de semillero como esta. La llenamos del todo con sustrato universal como este, y regamos.
- A continuación cogemos las semillas y las ponemos en el semillero, separadas entre sí. Hay que evitar amontonarlas, puesto que de lo contrario al crecer todas juntas habría más de una que no sobreviviría. Si las sembramos en una bandeja de semillero, pondremos dos en cada alvéolo; y si lo hacemos en una maceta, elegiremos una de 10,5 centímetros de diámetro y colocaremos como máximo 4 sobre la tierra.
- Por último, cubrimos las semillas con un poco de sustrato, y las rociamos con agua.
Ahora lo único que nos queda en sacar el semillero al aire libre, y ponerlo en un lugar soleado.
Trasplante
Cuando las plantitas tengan raíces saliendo por los agujeros del semillero o de la maceta, será el momento de plantarlas en macetas o en el suelo. Esto se hará con cuidado, procurando no manipular mucho las raíces.
Una vez estén en sus nuevos recipientes o en el suelo, se regarán mojando la tierra, hasta que quede bien empapada.
Riego
La Bellis perennis se ha de regar si no llueve, puesto que no resiste mucho la sequía. También hay que hidratarla si está en maceta, cada vez que veamos que la tierra se va secando. La frecuencia va a variar dependiendo de la estación del año y del clima, pero has de saber que cuanto más cálido y seco, más pendiente tendrás que estar del riego.
Pero cuidado, porque el encharcamiento también la perjudicará y mucho. En caso de duda, lo mejor es usar un medidor de humedad de la tierra, como este.
Abonado
Es recomendable abonar a la margarita de los prados para que esté sana y florezca todos los años, desde primavera hasta verano. Para ello, usaremos abonos orgánicos, como el guano o el humus de lombriz (en venta aquí), ya que sus flores atraen a varios insectos polinizadores y es importante respetarlos. Lo único es que si la tenemos en maceta hay que optar por abonos líquidos; de esta manera no habrá problemas con el drenaje.
Plagas y enfermedades de la Bellis perennis
Aunque es bastante resistente en general, a veces puede verse atacada por:
- Plagas: pulgones, mosca blanca, trips, minadores, y orugas. Puedes combatirlas con insecticidas ecológicos, como la tierra de diatomeas que puedes comprar aquí.
- Enfermedades: hongos (Botrytis, oídio, Cercospora, Septoria y Pythium) que causan la pudrición de raíces y/u hojas y que se tratan con fungicidas sistémicos; y el virus amarillo que por desgracia no tiene cura. Los síntomas de esta enfermedad son la aparición de manchas amarillas en las hojas, empezando cerca de los nervios y extendiéndose después por el resto de la superficie foliar.
Rusticidad
Soporta hasta los -20ºC de mínima, y los 35ºC de máxima.
¿Qué te parece la Bellis perennis?