El amor por la naturaleza se aprende. Si te gustan los animales y las plantas, seguramente es algo que le vas a transmitir a tus hijos, porque querrás compartir con ellos experiencias que involucren a estos seres vivos. Lo que quizá no te habías planteado son todos los beneficios de enseñar a los niños a cuidar las plantas.
Vamos a ver que beneficios a nivel emocional, psicológico, cognitivo y hasta social tiene el hecho de que dediques tiempo a enseñar a los más pequeños de la casa lo importante que es cuidar de las plantas.
Beneficios emocionales y psicológicos de enseñar a los niños a cuidar las plantas
Algo tan sencillo como que los peques aprendan a cuidar una plantita, les reporta grandes ventajas a nivel emocional y psicológico.
Responsabilidad
Cuidar una planta requiere compromiso y regularidad. Hay que observarla para ver si está bien y aportarle los cuidados que necesita. Así, los niños van entendiendo la importancia de ser responsables y cumplir con sus tareas porque, si no lo hacen, la salud de su planta se va a resentir.
Paciencia y persistencia
Como bien sabemos los que amamos la jardinería, las plantas no crecen de la noche a la mañana. Es un proceso lento pero satisfactorio, porque podemos observar cómo esa vida se va desarrollando a medida que le aportamos cuidados.
En el caso de los niños, cuidar una planta les ayuda a desarrollar su paciencia. A ser conscientes de que cada esfuerzo diario contribuye de forma positiva al resultado que esperan con ansia que llegue.
Autoestima
Que una planta crezca gracias a los cuidados que le damos, nos hace sentirnos orgullosos de nosotros mismos. Este sentimiento también se desarrolla en los niños, por lo que cuidar una planta refuerza su sentido del logro y su autoestima.
Beneficios educativos y cognitivos
Estos son tan importantes como los anteriores. Los más destacables son:
Ciencia y naturaleza
Cuidar de plantas es una oportunidad única de aprender de forma práctica sobre botánica, el ciclo de la vida, la fotosíntesis y la ecología. Esto permite a los niños entender conceptos científicos de una forma mucho más tangible, porque pueden ver con sus propios ojos cómo se desarrollan las plantas.
Matemáticas
Medir lo que han crecido las plantas, contar las hojas o calcular la cantidad de agua que necesita una especie, contribuyen a mejorar las habilidades matemáticas de una forma totalmente inconsciente.
Observación y registro
Para cuidar plantas hay que observarlas y registrar posibles cambios. Si enseñas a los niños a hacerlo, les estas dotando de herramientas que son básicas para el aprendizaje científico que tendrán que desarrollar en mayor o menor medida a lo largo de su vida.
Beneficios físicos
Los beneficios de enseñar a los niños a cuidar plantas también tienen una vertiente física. La primera es que al plantar, regar y cuidar las plantas, se está realizando una actividad física que mejora la coordinación motora y promueve un estilo de vida activo.
Por otro lado, cuidar el jardín permite a los niños interactuar con la naturaleza. Desarrollando una afición que les ayudará a reducir los niveles de estrés, ahora y en el futuro.
Beneficios sociales
Dentro de esta categoría vamos a destacar:
Trabajo en equipo
Cuidar el jardín en compañía de sus padres o sus hermanos, ayuda a que los niños desarrollen la capacidad de trabajar en equipo y de colaborar con otras personas.
Empatía y cuidado
Cuidar de un ser vivo contribuye a desarrollar la empatía en los niños y a que sean más compasivos.
Beneficios para el medio ambiente
Cuando enseñamos a los niños a cuidar y respetar las plantas, también estamos contribuyendo a cuidar del entorno.
Conciencia ambiental. Logramos que los niños se conviertan en amantes de la naturaleza y desarrollen comportamientos más ecológicos en el futuro.
Sostenibilidad. Entender el crecimiento de las plantas y su papel en el ecosistema, motiva a los niños a practicar hábitos sostenibles como el reciclaje o el uso responsable del agua.
Beneficios para la creatividad
La jardinería es un estímulo que permite a los niños explorar su creatividad. Por ejemplo, diseñando jardines o planificando cómo van a decorar un espacio con macetas.
También les ayuda a ser más proactivos a la hora de resolver problemas y estimula su pensamiento crítico. Esto sucede, por ejemplo, cuando tienen que pensar en cómo hacer frente a una plaga que está afectando a sus plantas.
¿Cómo enseñar a los niños a cuidar las plantas?
Si quieres trasladar tu amor por la naturaleza a tus niños, puedes empezar con una explicación básica sobre lo que son las plantas y por qué son importantes. No hace falta una explicación muy técnica, o se aburrirán. Pero puedes hablarles de cómo estos seres vivos producen oxígeno, proporcionan alimentos y embellecen el entorno.
También puedes llevarles al jardín, a un parque, o a un vivero para que vean diferentes especies de plantas, y aprovechar para contarles algo sobre ellas.
Elegir la planta adecuada
Después llega el momento de elegir una planta que sea adecuada para que la cuiden los más pequeños. Lo recomendable es elegir variedades resistentes y fáciles de cuidar como:
- Suculentas.
- Menta.
- Albahaca.
- Girasoles.
- Caléndulas.
Deja que sean los niños los que participen en la elección de la planta, así conseguirás que se involucren más en el proceso.
Enseñar las necesidades básicas
Una vez elegida la planta, hay que explicarles a los pequeños cuáles son las necesidades básicas de las plantas en cuanto a luz, riego, suelo y nutrientes.
Hacer un diario de jardinería
Cuando la planta ya está en su ubicación definitiva y los niños han empezado a cuidarla, se les puede animar a que lleven un diario de jardinería en el que registren los cambios importantes que están observando, e incluso a que la dibujen o tomen fotos.
A medida que se produzcan avances, se puede celebrar el progreso. Por ejemplo, cuando la planta da flores por primera vez. El reconocimiento puede ser un certificado, una pegatina o un pequeño premio, algo que haga que el niño identifique que lo ha hecho bien y debe seguir esforzándose.
Como has comprobado, los beneficios de enseñar a los niños a cuidar las plantas son muchos y muy variados. Y no es complicado inculcarles el amor por la naturaleza. ¿Nos ponemos manos a la obra?