La Bergenia es una preciosa planta de flor muy sencilla de cuidar. Ideal para tener en balcones, patios, terrazas o jardines, es de esos seres vegetales que dará gusto tener y disfrutar, pues su mantenimiento es bastante sencillo.
Sin embargo, no es muy conocida todavía, con lo cual, esperamos aportar nuestro granito de arena con este artículo para que poco a poco más gente pueda tenerla en su hogar.
Origen y características
Nuestra protagonista es una planta perenne originaria de Asia que pertenece al género botánico Bergenia. Popularmente se conoce como hortensia de invierno, begoña de invierno, col de invierno o bergenia. Alcanza una altura de 30 a 45cm, con hojas grandes, redondeadas y lustrosas con el borde ondulado de color verde o rojizo. Las flores, que brotan en invierno y primavera, se agrupan en racimos muy densos y pueden ser blancas, rojas o rosas.
Su ritmo de crecimiento es bastante rápido, de modo que no será difícil poder tener un jardín, patio o balcón exquisitamente decorado con esta preciosa planta. Pero mejor veamos sus cuidados en detalle para que no se nos escape nada.
Cuidados
Si te quieres hacer con un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
- Ubicación: en semisombra. Al sol directo se queman sus hojas.
- Tierra:
- Maceta: sustrato de cultivo universal mezclado con perlita a partes iguales.
- Jardín: es indiferente siempre y cuando tenga buen drenaje.
- Riego: moderado. Durante los meses más cálidos del año hay que regar la Bergenia 2-3 veces por semana, mientras que el resto bastarán uno o máximo dos por semana.
- Abonado: en primavera y verano con un abono líquido para plantas de flor siguiendo las indicaciones especificadas en el envase del producto.
- Época de plantación o trasplante: en primavera, tras la floración.
- Rusticidad: soporta el frío y las heladas de hasta los -7º, pero es conveniente protegerla del granizo.
¿Qué te ha parecido?
Muy buena explicación. Breve y completa.
Muchas gracias, Ana María.