
Imagen – Wikimedia/Joanna Boisse
Es posible que pienses que los abedules son todos árboles muy grandes, no en vano, la gran mayoría de los que se cultivan lo son. Sin embargo, hay uno que es mucho más pequeño. Su nombre científico es Betula nana, y puede llamarse abedul enano.
Aunque es muy raro en cultivo, y aún más fuera de su lugar de origen, es una planta que puede sorprendernos mucho. Por eso, queremos presentártela a continuación.
Origen y características del abedul enano
Imagen – Wikimedia/Niccolò Caranti
El abedul enano es un arbusto de hoja caduca que se encuentra en la región ártica, si bien también crece, de manera algo más aislada, en las montañas que tienen más de 300 metros de altitud de las zonas templadas. Así, se distinguen dos subespecies:
- Betula nana subsp. nana: propia de Groenlandia, norte de Europa, noroeste de Asia y Canadá. Las ramas jóvenes están protegidas por una especie de vello, y las hojas miden unos 2 centímetros de largo.
- Betula nana subsp. exilis: crece en el noreste de Asia, Alaska y este de Canadá. Las ramas carecen de vello, pero se protegen con resina, y las hojas miden un máxima de 1,2 centímetros de largo.
Puede alcanzar una altura de 1 metro, o quizás un poco más si las condiciones se lo permiten, pero nunca más de 2 metros. Sus hojas son de color verde, con el margen dentado, y se mantienen en la planta por mucho tiempo hasta que llega el otoño, que es cuando pasan a ser rojizas hasta que caen. Las flores son amentos erectos los cuales miden unos 5 centímetros de largo.
¿Cuáles son los cuidados del abedul enano?
Imagen – Wikimedia/NPS Photo // Betula nana en otoño.
No es una planta muy complicada siempre y cuando las temperaturas sean frescas durante todo el año, pero como siempre pueden surgir problemas, qué mejor que saber cómo se cuida para evitarlos:
Ubicación
La Betula nana es un pequeño arbusto que ha de estar en el exterior, todos los días del año. Asimismo, es aconsejable colocarlo en la zona más fresca y con luz que haya en el patio o jardín para que se sienta a gusto.
Si te animas a cultivarlo en una región templada-cálida, como en el mediterráneo por ejemplo, ponlo en sombra para que el sol no queme sus hojas.
Tierra
Es importante que sea ácida, con un pH entre 4 y 6. Asimismo, debe de tener buen drenaje y ser fértil. Si se forman charcos con rapidez y ves que le cuesta mucho absorber el agua, tendrás que hacer un agujero de unos 1 metro de ancho por 1 de profundidad y rellenarlo con una mezcla de tierra para plantas ácidas mezcladas con perlita a partes iguales.
Riego y abonado
Hay que regarlo cada 3 días en verano, y algo menos el resto del año. Cada vez que riegues, echa agua a la tierra hasta que veas que queda empapada, de este modo, te asegurarás de que la planta queda bien hidratada.
En cuanto al abonado, es aconsejable abonar al abedul enano en primavera y verano con un abono de calidad, como el guano que puedes comprar aquí, siguiendo las instrucciones del fabricante.
Multiplicación
Es posible multiplicarlo por semillas, las cuales se han de sembrar en invierno en macetas o semilleros para que germinen a lo largo de la primavera; o bien por esquejes semileñosos en primavera.
Poda de la Betula nana
Si lo consideras necesario, a finales del invierno puedes recortar las ramas que veas que están creciendo mucho, o incluso eliminar aquellas que estén secas y/o que le estén dando un aspecto rebelde.
Rusticidad
Resiste sin problemas le heladas de hasta los -30ºC.
¿Es posible tener un abedul enano en maceta?
Imagen – Wikimedia/El Grafo
Claro que sí. Lo que pasa es que es una especie bastante desconocida aún, una que además solo puede crecer en climas fríos o templados-fríos. Recordemos que se encuentra en la región ártica, donde los paisajes en invierno se cubren de nieve, y donde los veranos son habitualmente cortos y suaves o frescos.
Por eso, en una zona donde las temperaturas pueden superar los 25ºC no podrá vivir, ni sobrevivir incluso por muchos cuidados que se le dé, puesto que no está preparado para soportar el calor. Es una pena para los que vivimos en zonas donde las temperaturas son elevadas, pero no así para aquellos que vivan, por ejemplo, en la montaña ni/o en lugares donde el clima es el adecuado para él.
Asimismo, requiere un sustrato ácido, es decir, uno con un pH entre 4 y 6 como este, pues si se plantase en uno alcalino -con un pH de 7 o superior- tendría problemas para crecer bien ya que le carecería de hierro. Y como no es una planta que resista la sequía, también se tendría que regar con un agua con un pH entre 4 y 6, o bien con agua de lluvia, varias veces por semana durante la época más cálida del año, y algo menos el resto del tiempo.
¿Habías oído hablar de la Betula nana?