Betula papyrifera es la forma científica de nombrar a la planta vulgarmente conocida con el nombre de abedul blanco, abedul de las canoas y abedul de papel. Esta especie pertenece al género Betula, al igual que otras especies tales como la Betula alleghaniensis Britton, Betula ermanii Cham y Betula alnoides Buch.-Ham.
Descubramos a continuación de dónde viene este famoso árbol, cuáles son sus notas distintivas, qué medidas debemos tomar a la hora de cuidarlos, para qué sirven y más curiosidades que nos permitirán conocer a esta planta desde todas sus aristas.
Origen
El abedul blanco es originario del norte de América del Norte y de Groenlandia.
Características del Betula papyrifera
Este árbol es de grandes dimensiones. Puede llegar a los veinte metros de altura (en algunos casos excepcionales alcanza los 35 metros) y medir hasta cinco metros de ancho. Su corteza es blanca y con frecuencia brillante, con escamas finas que se presentan en tiras horizontales.
Es resistente a los suelos pobres en nutrientes y los prefiere con ph neutro, ácido o alcalino. El substrato ideal es el arenoso, arcilloso, franco o muy arcilloso. La forma de polinización de sus flores es a través de la anemofilia.
Cuidados y cultivo
Si bien se debe mantener la humedad del suelo, se deberá hacerlo teniendo en cuenta distintos factores, por ejemplo el nivel de exposición al sol, humedad ambiental, temperatura, etc.
Se debe de drenar muy bien para que estos no se produzcan, ya que este árbol no lo tolera. Sólo sobrevivirá con mucha luz por lo que se la debe exponer directamente al sol y se adapta mejor a climas templados.
Para que las raíces crezcan fuertes y el crecimiento sea rápido durante el primer año, es recomendable aplicar abono de lenta liberación en el hueco de plantación. La dosis aconsejable es de 50 gramos por planta.
Para el buen cultivo y mantenimiento de cualquier planta es necesario conocer sus tiempos en relación con la naturaleza y en lo que a la Betula papyrifera se refiere, su ciclo de vida varía según se encuentre en el Hemisferio Norte o en el Hemisferio Sur. Permanece en flor cuatro meses en el primer hemisferio y diez en el segundo. La cantidad de meses se invierte cuando de recoger semillas se trata.
Plagas y enfermedades
Siempre y cuando no se las descuide del todo, esta variedad de plantas es altamente resistente a las plagas y enfermedades.
Usos
No sólo se puede utilizar como planta ornamental, sino que también tiene numerosos usos medicinales y alimenticios. En relación al cuidado de la salud, este árbol puede servir como antirreumático, astringente, creador de cataplasmas, sedante y creador de ungüento.
También tiene propiedades sedativas y sirve para el tratamiento de cálculos. En cuanto a la alimentación, es posible aprovechar tanto su corteza interna como sus hojas, raíces y savia. Con ésta última se fabrica un jarabe parecido al de arce. De todas maneras, hay que recordar un detalle no menor y es que el jarabe de betula es más caro que el que se extrae del arce ya que se necesita mayor cantidad de savia para elaborar la misma cantidad de producto.
Otra curiosa manera de aprovechar este árbol es haciendo uso de su resistente corteza. Ésta se puede utilizar para el recubrimiento de techos de casa y de canoas, dada su naturaleza impermeable. A su vez se tala para utilizar su madera en la construcción de muebles y como leña, dado que arde muy bien (principalmente la corteza, que aun mojada logra encender el fuego fácilmente).
También colabora con la identidad cultural de los pueblos. En este sentido, es un emblema tanto en la provincia de Saskatchewan y el árbol del Estado de Nuevo Hampshire. Pese a las interesantes características nombradas en este artículo y a los usos que tiene el Betula papyrifera, su conservación está siendo amenazada. En el Estado de Indiana se ha declarado como una especie vulnerable y en Illinois, Virginia, Virginia Occidental y Wyoming, como una variedad en peligro.