Tecomaría o bignonia naranja (Tecoma capensis)

tecoma capensis

La tecomaría o bignonia naranja es una planta cuyas flores son excelentes para la ornamentación. Su nombre científico es Tecoma capensis y pertenece a la Bignoniaceae. Sus flores son preciosas y destacan por ese color naranja tan potente. En este artículo vamos a enseñarte las características principales y los cuidados principales que necesita.

¿Quieres tener la tecomaría en tu jardín y cuidarla correctamente? Sigue leyendo porque te lo contamos todo.

Características principales de la bignonia naranja

flor de la tecomaria

Se trata de un arbusto con algunas tendencias a ser trepador. Sus flores naranjas a veces tienen parecidos al color rojo. Crece desde principios de otoño hasta finales de invierno. Es perfecta para atraer fauna a tu jardín, ya que muchas aves, entre ellas el colibrí, se alimentan de su delicioso néctar.

Sus hojas son ovaladas y pequeñas en tamaño. Sin embargo, al tener tendencias trepadoras, son arbustos que se extienden mucho y nos podrán otorgar algo de frondosidad a nuestro jardín en pleno invierno. Por lo general, todas las plantas florecen durante la primavera y ello nos hace tener el jardín bastante triste y apagado durante los meses del invierno. Gracias a la bignonia naranja, podrás tener no solo frondosidad, sino un estupendo colorido en estas épocas tan frías y desoladas.

Las hojas son de color verde y sus ramas trepan. Para que vayan en el lugar indicado, debemos ir guiándolas conforme van creciendo. Si queremos, también podemos anclarlas a la pared con alambres y alcayatas. En algunas ocasiones puedes verla también trepando y extendiéndose a través de otras plantas que tengan cerca, por encima de muros o incluso de algún peñasco.

Los órganos que emplea para poder encaramarse son los zarcillos, uncinos y las raíces adventicias. gracias a estos órganos son capaces de enroscarse alrededor del lugar que tienen a mano para extender su superficie útil para realizar la fotosíntesis. Hay que tener cuidado con esta enredadera porque es capaz de llegar a secar a otras plantas o árboles si no se va podando o redirigiendo en condiciones. Esto se debe a que tapan a otras plantas y no le permiten realizar bien la fotosíntesis. Esto no quiere decir que sean plantas parásitas ni mucho menos.

Área de distribución

capensis

La tecomaría podemos encontrarla de forma natural en Sudáfrica, Swazilandia y el sur de Mozambique. Es cultivada en muchas zonas de todo el mundo y, debido a su capacidad para extenderse, es considerada como especie invasora en algunas islas como las Azores.

Las zonas donde más se cultivan son en Asia, Hawai y Sudamérica.

Requisitos de cultivo de la Tecoma Capensis

tecomaria

Si queremos cultivar a la tecomaría en nuestro jardín para tener este precioso colorido invernal, necesitaremos cumplir con algunos requisitos. Lo primero es la luz. Como es de esperar, esta planta suele moverse y crecer en aquellas direcciones donde encuentra una mayor cantidad de luz solar para realizar la fotosíntesis. Por ello, requiere de una ubicación de sol directo. Puede sobrevivir también a semisombra, pero lo ideal es que crezca con la luz directa del sol.

En cuanto a las temperaturas, al ser una planta invernal, es capaz de resistir temperaturas bajas y algunas heladas. Puede vivir bien hasta en temperaturas de -8 grados, por lo que no creo que haya muchos problemas en cuanto al régimen de temperaturas. El suelo donde lo cultivemos debe tener una buena aireación y drenaje. No debemos olvidar que la gran mayoría de plantas se ahogan cuando el terreno se encharca. Lo ideal es que, cuando reguemos o haya lluvias prolongadas, el suelo tenga un buen drenaje para evitar un exceso de acumulación de agua que pueda llevar a la planta a pudrirse y morir.

Su cultivo no es muy exigente en cuestión de cuidados y mantenimiento dado que tiene gran resistencia a todo tipo de condiciones adversas. Nos encontramos con una facilidad increíble a la hora de resistir épocas de pocas precipitaciones o incluso de sequía. Eso sí, este proceso de adaptación a circunstancias más duras se debe a que lleva tiempo en el terreno cultivada. Una bignonia naranja recién cultivada no tiene estas características.

Si el suelo es alcalino, la planta sufrirá de clorosis. Por ello, necesitará un suelo neutro o ligeramente ácido. Si esto ocurre, podemos añadir quelatos de hierro al suelo para modificar el pH.

Cuidados necesarios

bignonia naranja

Esta planta necesita de una poda ligera en sus extremidades de los tallos a finales del invierno. De esta forma podremos permitir que la planta pueda crecer en óptimas condiciones en la temporada siguiente. Si la poda la realizamos de manera regular, tras la época de floración, estaremos consiguiendo que nuestra planta conserve un porte más compacto. Esto es ideal para aquellos jardines que cuenten con poco espacio y no queremos saturarlo con una planta que invada la superficie de las demás y no les permita realizar la fotosíntesis.

Su crecimiento es bastante rápido por lo que, desde un principio, debemos ayudarle y guiarle en su crecimiento. Puede llegar a alcanzar los 3 metros de alto cuando alcanza su madurez. Hay que regarla moderadamente para evitar enfermedades producidas por hongos. Como hemos mencionado antes, se necesita un suelo con un buen drenaje para que no se exceda en humedad ni se llegue a encharcar.

A parte de la poda, una de las tareas de mantenimiento que debemos realizarle es el abonado. Lo ideal es abonar con estiércol una vez hemos realizado la poda para que la planta tenga los nutrientes necesarios y suficientes para poder crecer de nuevo y tener ramas más productivas con flores más vistosas.

Una de las plagas a las que puede estar sometida tiene que ver con la humedad mencionada antes. Se trata de la mosca blanca y las cochinillas. Con un riego moderado y no teniendo exceso de humedad tanto en las ramas como en el suelo, evitaremos el contagio de estas plagas indeseadas.

Si queremos multiplicar esta planta, podemos hacerlo en cualquier época del año mediante el método de esquejes o semillas. Hay que saber que el método de semillas es más lento que el de esquejes.

Espero que con esta información puedas saber más de la Tecoma capensis.


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  1.   Sandra dijo

    Gracias por la información. Es muy bella..la tengo y voy a intentar reproducirla.

    1.    Mónica Sánchez dijo

      Hola Sandra.
      Nos alegramos de que te haya sido útil 🙂