Bola del desierto

¿Alguna vez has visto fotos de una bola del desierto? Reconozco que la primera vez que vi una, no me imaginaba qué era exactamente. Tiene forma de bola, sí, pero ¿qué es? Pues ni más ni menos que algún tipo de planta que se ha secado.

Es bastante común en zonas semi-áridas, y aunque te parezca increíble, también tenemos en España. A continuación te explicaré cuáles son sus características.

¿Cuáles son las características de la bola del desierto?

Esta extraña planta se la conoce como estepicursor en botánica. Son un conjunto de especies que, una vez producen frutos y semillas, se secan. Al hacerlo, el viento las transporta, algo que les viene muy bien pues sus frutos y/o semillas son liberados, a menudo muy lejos de la planta madre. De esta manera, en cuanto lleguen las lluvias comenzará un nuevo ciclo el cual consiste en germinar – crecer – florecer – fructificar – morir… y esperar ser arrastrada por el viento.

Prácticamente toda la planta está formada por diásporas, es decir, por unidades que permiten a las plantas engendrar una nueva generación. Estas estructuras pueden producirse por vía asexual o, lo que es más habitual en los estepicursores, por vía sexual, esto es, mediante la polinización de sus flores.

¿Qué plantas se convierten en bolas del desierto?

Son muchas, pero nos vamos a quedar con las que son más fáciles de conseguir, por si te apetece tener la tuya propia en el jardín o en maceta 🙂 :

Anastatica hierochuntica

Conocida como rosa de Jericó, es originaria de los desiertos de Arabia, Palestina y Egipto. Es una planta muy curiosa, con raíces cortas y hojas divididas. Durante el periodo seco, es habitual que el viento la arranque del suelo y la arrastre consigo, beneficiándola en gran medida ya que así puede ir liberando las semillas en otras partes.

Sin embargo, cuando llueve sus hojas vuelven a hidratarse, y al hacerlo se abren, se vuelven verdes de nuevo por la clorofila, y poco después florece.

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Eryngium campestre

Conocida como cardo corredor, cardo correo, cardo setero o cardo yesquero, es una planta herbácea vivaz originario de Europa central y occidental, norte de África, Medio Oriente y el Cáucaso. Alcanza una altura de 70 centímetros, de los cuales brotan hojas espinosas y lobuladas. 

Las flores se agrupan en cabezuelas, de color azulado, y producen frutos secos con semillas. Al terminar de fructificar, la parte aérea, es decir, la parte visible, se seca, quedando solo la raíz que es tuberosa y la que se encargará de dar vida a nuevas hojas en primavera.

Usos

Se la suele considerar como maleza, pero tienes que saber que es muy interesante pues tiene propiedades cicatrizantes y diuréticas. Además, sus hojas tiernas y raíz son un buen ingrediente para ensaladas.

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Cardo corredor (Eryngium campestre)

Salsola kali

Conocida como almajo de jaboneros, salicor de la Mancha, capitana o barrilla borde, se trata de una planta anual originaria de las regiones más bien secas de Eurasia. Crece hasta alcanzar una altura máxima de un metro, con tallos que ramifican mucho desde la base. Las ramas crecen curvadas hacia los tallos, y de ellas brotan hojas cilíndricas con el ápice espinoso.

Florece en verano (de julio a septiembre en el hemisferio norte). Sus flores son solitarias, de 5 a 9mm, y de color blanquecino. El fruto es pequeño, aunque puede contener hasta un millón de semillas de unos 2mm de diámetro.

Usos

Al tener una concentración de sodio muy alta (de alrededor de un 6% de materia sólida), sus cenizas se empleaban para producir vidrio y para elaborar sosa.

Selaginella lepidophylla

Conocida como la planta de la resurrección, flor de piedra o doradilla, es una planta con tallos arrosetados, cespitosos, con hojas de color pardo. No produce flores ni semillas, puesto que se trata de una especie familiar de los helechos. Sí que tiene en cambio esporofitos, pero apenas son visibles.

Es una superviviente nata: es capaz de sobrevivir en estado de latencia durante varios años hasta que vuelve a hidratarse, de ahí que se piense que ‘resucita’, aunque en realidad nunca estuvo muerta 🙂 .

¿Cómo se cuidan?

Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:

Ubicación

Son plantas que han de estar en el exterior, a pleno sol.

Tierra

• Maceta: mezclar sustrato universal (en venta aquí) con perlita a partes iguales.
• Jardín: requiere que un suelo arenoso, ligero, con excelente drenaje.

Riego

Más bien escaso. Regar cuando la tierra esté casi seca. Durante el verano darle 2-3 riegos semanales.

Abonado

En primavera y verano es aconsejable abonarlas con un poco de abono orgánico, tipo guano, compost o estiércol.

Multiplicación

La mayoría se multiplican por semillas en primavera, siguiendo este paso a paso:

1. Primero, rellena una maceta o, mejor, una bandeja de semillero con sustrato universal mezclado con perlita a partes iguales.
2. Luego, riega a consciencia.
3. Después, coloca un máximo de dos-tres semillas en cada semillero, o si procede, en cada alvéolo.
4. A continuación, cúbrelas con una fina capa de sustrato.
5. Por último, riega de nuevo y coloca el semillero en el exterior, a pleno sol.

Así germinarán en unas dos semanas.

Época de plantación o trasplante

En primavera, cuando las heladas hayan pasado.

Rusticidad

A excepción del Eryngium, que puede resistir heladas débiles, el resto sufre daños cuando la temperatura baja de los 0 grados.

¿Qué te han parecido las bolas del desierto? 🙂