Cuáles son los cuidados más importantes del bonsái melocotonero

¿Alguna vez has visto un bonsái melocotonero? ¿Sabes si se pueden hacer de este tipo de frutal? Desde ya te decimos que sí, y que a nivel ornamental queda precioso.

Pero es importante conocer cuáles son las necesidades que tiene este árbol en su formato mini. ¿Te ayudamos con ello?

Cuidados del bonsái melocotonero

El melocotonero, de nombre científico Prunus persica L. es originario de China, Afganistán e Irán. Necesita un clima templado, pero en realidad se puede adaptar bien a cualquiera siempre y cuando no caigan demasiado las temperaturas.

Es llamativo verlo en flor, pero aún más con pequeños frutos cuando lo tienes en bonsái. Por eso, te vamos a dar las claves que debes controlar para conseguir un buen ejemplar.

Ubicación y temperatura

Podríamos decirte que el bonsái melocotonero lo puedes tener dentro de casa. Pero lo cierto es que no sería una buena idea. Como árbol frutal que es, necesita sol. Mucho sol. Por lo que tendrás que ubicarlo en el exterior.

Es verdad que los melocotoneros no aguantan bien las heladas (de hecho, en árbol normal si la temperatura cae por debajo de los 2 grados está muerto). En el caso del bonsái melocotonero, lo ideal es ponerlo en un lugar donde le dé la mayor cantidad de sol directo.

Ahora bien, aquí debemos hacer un inciso. Y es que si es el primer año que lo tienes, es posible que necesite, antes de nada, una adaptación al clima. Si directamente lo pones al sol y viene de una zona donde este no quema tanto, las hojas se le quemarán y se resentirá.

Por eso, hay que vigilar de dónde viene para saber si hay que ponerlo en sol directo (su ideal) o en semisombra por un tiempo.

Maceta y sustrato

Otro de los cuidados del bonsái melocotonero es elegir tanto una buena maceta como también un buen sustrato.

En este aspecto debes tener en cuenta que este bonsái necesita una tierra que mezcle un sustrato con pH neutro y además tenga akadama, pomice y roca volcánica. La proporción suele ser de 50, 25 y 25 respectivamente.

Con respecto a la maceta, escoge siempre que puedas una que sea ancha y baja. Hay que colocar el arbolito en ella pero, si quieres seguir la tradición japonesa, no lo pongas nunca en el centro porque ese lugar pertenece a Dios y ningún árbol debería estar ahí.

Trasplante

Antes de pasar a otro de los cuidados de este bonsái, queremos detenerlos en el trasplante ya que tiene relación con lo que te acabas de leer. El trasplante dependerá mucho de la edad que tenga tu bonsái melocotonero.

Si es joven, estará en su etapa de crecimiento, y en ese caso se recomienda trasplantarlo una vez al año.

Si es más viejo, irá bien si lo haces cada 2-3 años.

Eso sí, en todo caso el trasplante debe realizarse antes de la primavera. O más concretamente, antes de que florezca. Si lo hace, no lo toques, tendrás que esperar al siguiente año porque puedes frenar su desarrollo y enfermarlo.

Otro punto a tener en cuenta es el tema de podar las raíces. En este caso, debes cortarle las que tenga más gruesas, y dejar las finas. Es una manera de impedir que el árbol crezca demasiado al tenerlo en bonsái. No tienes que hacerlo siempre que lo trasplantes, de hecho, es posible que hagas dos o más trasplantes antes incluso de cortarle las raíces. Además, hablamos de algo que puede ser peligroso porque el bonsái se estresa mucho y podría enfermarse si no se está pendiente de él por un tiempo.

Riego

No hay duda de que el riego es uno de los cuidados más importantes y que puede dañar a tu bonsái. Durante el invierno no necesitará apenas agua, con una vez cada dos semanas podría ser suficiente. Pero en verano, por la floración y el desarrollo de frutos, sí va a necesitar más agua (al menos una vez a la semana).

Ahora bien, todo dependerá del clima que tengas. Has de encontrar el equilibrio perfecto para que tu bonsái esté hidratado sin que se dañen las raíces o el propio árbol.

Abonado

Desde primavera a verano, echarle un poco de abono con el agua de riego no es mala idea, todo lo contrario.

Poda

Tanto la poda como el alambrado son dos de los cuidados más importantes de un bonsái porque es con lo que puedes darle forma y que quede tan bonito como las imágenes que habrás visto en Internet.

La mayoría de bonsáis de melocotón suelen tener una forma en cascada. Pero esta no es fácil de conseguir, y menos en poco tiempo. Has de ser paciente para que, conformen pasen los años, puedas ir dando forma a las ramas, podando las que se queden secas o se salgan de la formación, etc.

También has de quitarle las ramas entrecruzadas y las delanteras con el objetivo de dejarle libre el frente del bonsái.

En cuanto al alambrado, sabrás que este sirve para llevar las ramas donde quieras que vayan. Dicho de otro modo, sirve de guía para tu diseño. Usa siempre alambre de aluminio o de cobre que son los que menos daño puede hacer a las ramas.

Si no quieres que queden marcas, además de aplicarlo más suave, podrías utilizar algún elemento para que no se toque el alambre y la rama. Cuando son ramas jóvenes no hay problema, pero con las más viejas sí puedes encontrarte resistencia.

Eso sí, ten mucho cuidado de no quebrar las ramas en tu afán por darle una orientación diferente a la que tiene.

Plagas y enfermedades

Como cualquier frutal, las plagas y enfermedades pueden afectarle. Las cochinillas, araña roja, o problemas derivados con exceso o falta de riego y luz son algunos de los más comunes.

Multiplicación

Por último, el tema de la multiplicación del melocotonero en bonsái no se consigue como un árbol «normal». En general, un melocotonero se puede conseguir mediante semillas, injertos o esquejes.

Pues bien, en el caso de una reproducción de un bonsái, solo podrías hacerlo mediante semillas o, en casos muy especializados, con esquejes del propio bonsái. Esto último es mucho más complicado y solo los expertos tienen suerte (y solo a veces) en conseguirlo.

Como ves, el bonsái melocotonero no es difícil de cuidar, pero sí tiene algunas peculiaridades que debes tener presentes para que esté sano. ¿Te animarías a tener uno?