Los bonsáis. Hablar de ellos es adentrarse en un mundo en el que, hasta hace relativamente poco, permanecía accesible solo para unos pocos afortunados de un par de países del este de Asia. Algunos los llaman Arte, otros ir contra natura, pero lo que nadie puede negar es que son plantas que llaman mucho la atención, de una manera o de otra.
Ahora, conocer el origen y su historia es más fácil que nunca, y ¿sabes lo mejor? No tendrás que moverte del sitio para descubrir todos (o muchos de ellos) los secretos de esta práctica.
¿Qué es un bonsái?
Pero para que no haya lugar a dudas, vamos a empezar explicando el significado de la palabra »bonsái». Actualmente lo cierto es que confundimos bastante lo que es un bonsái de verdad a lo que es un pre-bonsái o un proyecto de bonsái, ya que no todas las plantas que se cultivan en esas bandejas que tanto suelen gustar se pueden llamar así.
De hecho, yo misma he visto en algunos viveros esquejes recién enraizados que, plantados en bandejas, se vendían con esa etiqueta a precios que casi se igualan a los que tienen los verdaderos »árboles en miniatura». Teniendo en cuenta lo dicho, si queremos estar completamente seguros de los que tenemos delante es un penzai (como dirían en China), el susodicho debe de tener estas características:
- Tiene un estilo bien definido, que se pueda asemejar a la forma y al crecimiento de una planta que viva en la naturaleza. Asimismo, el perfil de la planta es triangular.
- El tronco es grueso, de 2cm de diámetro o más, y cónico, siendo más ancho en la base que en la parte superior.
- Se lleva trabajando desde hace años (como mínimo 5, que es lo que se suele necesitar para dotarle de un estilo).
- El desarrollo de las ramas y del tronco es natural; es decir, no se ve forzado. No vemos, por ejemplo, un tronco que crecía recto y luego se dobla sobre sí mismo bruscamente.
- El tamaño, forma y color de la bandeja en la que está plantado no destaca, o sea, es bonita, pero deja que el protagonismo se lo lleve la planta.
- El bonsái inspira tranquilidad. Es cierto que esto no siempre se nota fácilmente, pero si te termina gustando este mundo, con el tiempo lo sentirás 🙂 .
Y entonces, ¿qué NO es un bonsái?
Te voy a confesar algo: me cuesta un poco responder a esa pregunta. Te diré por qué: en los últimos tiempos las normas que los primeros maestros establecieron ya no son tan … fijas. Además, son muchas plantas las que podrían pasar como bonsáis, o que incluso se llaman de ese modo. Pero, así y todo, podríamos decir que NO es un bonsái…:
- Esquejes recién enraizados
- Hierbas, bulbosas
- Palmeras y Cycas
- Plantas con caudex (como la rosa del desierto)
- Árboles y arbustos con troncos muy finos y poco o no trabajados
- Los llamados »bonsáis de interior»
¿Cuál es el origen y la historia de este… Arte?
Pasamos ahora a hablar sobre el origen y la historia. Y para ello, tenemos que remontarnos a una época, hace unos dos mil años, donde en China los nobles y la gente de la alta sociedad empezaron a trabajar árboles y arbustos de la zona para asegurarse la eternidad, algo que creían que conseguirían si se los donaban a los monjes taoístas.
Esas plantas eran muy especiales para los chinos, no solo porque representaban un puente entre lo divino y lo humano, sino también porque imitaban a la naturaleza. Aunque suene un tanto curioso, no se tenían que ir muy lejos para inspirarse, ya que las plantas de alta montaña no crecen tanto como las que viven en altitudes más bajas, pues las condiciones del clima no son tan favorables para el crecimiento ni el desarrollo.
Pero, por fortuna, los conocimientos sobre el bonsái no se quedaron en China. Hace unos 800 años algunos de esos árboles se introdujeron en Japón, donde se interpretaron desde la concepción Zen de »belleza de una austera severidad».
Esto hizo que trabajaran los árboles con la intención de representar un paisaje, acompañándolos a menudo con suisekis (piedras que por su forma y colores recuerdan a un objeto o a algo de la naturaleza), plantas de acento (plantas pequeñas que »ayudan» al bonsái a completar el paisaje que representa), y/o kakemonos (un cartel con pinturas o caligrafías que cuelga de la pared, en sentido vertical).
¿Cómo se clasifican?
Los bonsáis se clasifican según su tamaño o su estilo:
Por tamaño
- Shito: son los que miden menos de 5cm.
- Mame: miden entre los 5 y los 15cm.
- Shohin: miden menos de 25cm.
- Komono: miden entre los 15 y los 31cm.
- Chumono: miden entre los 30 y los 60cm.
- Omono: miden entre los 60 y los 120cm.
- Hachi-Uye: miden más de 130cm.
Por estilo
Hay una gran variedad de estilos, que son:
- Chokkan: vertical, con tronco recto y silueta triangular.
- Moyogi: vertical informal, con el tronco sinuoso.
- Shakan: el tronco está inclinado no más de 45º.
- Kengai: o cascada. El tronco gira sobre sí mismo, de manera que su ápice queda bajo el borde de la maceta.
- Han Kengai: semicascada. El ápice del tronco queda por encima de la base de la maceta.
- Fukinagashi: o barrido por el viento. Todas las ramas crecen hacia un mismo lado.
- Neagari: las raíces quedan expuestas, generalmente sobre una roca.
- Bunjin: o Literati, el tronco es esbelto, con una copa casi inexistente. Es de origen chino.
- Sokan: es una misma planta con dos troncos, siendo uno de ellos más grueso y grande que el otro.
- Ikadabuki: es el estilo balsa, donde varias ramas nacen de un mismo tronco que se encuentra semi-enterrado.
- Yose-Ue: es el estilo bosque. Se planta un número impar de ejemplares (a no ser que sean solo dos), que se trabajan siguiendo las reglas de la triangularidad, tanto individual como grupal.
- Kabudachi: es un tronco múltiple, y se trabaja como si fuera un bosque.
- Hokidachi: es el estilo en escoba. Las ramas salen de un mismo punto del tronco, y se disponen formando un abanico hacia arriba.
- Sekijoju: uno o varios árboles se plantan sobre las oquedades de una roca.
¿Cómo se cultiva un bonsái?
Cultivar un bonsái puede ser una experiencia magnífica, ya que, si lo hacemos bien, nos sentiremos mucho más tranquilos lo cual nos servirá para tener una mejor vida. Pero sí, para que no haya problemas o, en el caso de que los haya, se puedan solucionar más o menos bien, es muy importante tener siempre, siempre y siempre presente (perdóname las repeticiones, pero es lo primero que se suele olvidar) esto:
Paciencia y respeto.
La primera la necesitas para realizar las tareas que vaya necesitando en el momento adecuado. Y el segundo porque si no respetas al árbol o arbusto, si no respetas sus ciclos naturales, más tarde o más temprano te quedarás sin él, pues ninguna planta puede hacer las cosas tan rápido como los humanos.
Partiendo de eso, entonces podrás pensar en los cuidados propiamente dichos, que son:
- Ubicación: siempre que se pueda, se ha de tener en el exterior. Aunque en miniatura, son árboles y arbustos y, de hecho, si se plantasen en tierra crecerían hasta alcanzar la altura que, por genética, les corresponde.
Solo las especies tropicales y subtropicales cultivadas en climas fríos precisan de protección en invierno, en una habitación lejos de las fuentes de calor. - Sustrato: depende mucho de la especie que estés cultivando. Una mezcla estándar muy buena es 70% akadama con un 30% de kiryuzuna, pero si tienes un Ficus, Ulmus o Zelkova, que son muy resistentes y adaptables, puedes plantarlos en turba negra con perlita a partes iguales. Tienes más información aquí.
- Riego: solo cuando la superficie de la tierra empiece a estar muy seca, cada 1-3 días (a veces más) en verano y cada 3-4 días el resto del año. Usa una regadera de agujeros finos, o coge una botella de plástico y hazle algunos agujeritos al tapón.
Si te es posible, riega con agua de lluvia; y si no, con agua sin cal. - Abonado: desde primavera hasta finales del verano, con abonos específicos para bonsáis siguiendo las indicaciones especificadas en el envase. Los encontrarás en tiendas especializadas, o aquí.
- Poda: hay de dos tipos:
- Pinzado: se conoce también como poda de mantenimiento. Consiste en formar poco a poco al bonsáis, dejando crecer 7-8 pares de hojas y cortar 2-3 pares. También se han de quitar los chupones, a no ser que se quieran utilizar para crear un bosque.
- Poda de formación: es aquella que se le da para que tenga la forma deseada. Se recomienda hacerlo poco a poc (en cuestión de 2-3 años), ya que la energía que gasta la planta para recuperarse es enorme y, si es una poda muy drástica, puede que no lo supere.
No te olvides de desinfectar las herramientas antes y después de su uso, y de sellar las heridas con pasta cicatrizante (puedes conseguirla aquí).
- Alambrado: solo si es necesario. Sirve para llevar las ramas hacia donde nosotros queramos, con la ayuda de alambres específicos para bonsáis. Se hace entre primavera y otoño, realizando giros entre los cuales se deja la misma separación.
Revisa el alambre de vez en cuando para evitar que se incruste en la rama. - Trasplante: cada 2 o 3 años, dependiendo de la especie. Se renueva -si es posible- todo el sustrato, y se recortan las raíces un poco (el volumen debe ser 1/3 superior al volumen de la copa).
¿Dónde comprar bonsáis?
Si quieres comprar un bonsái de verdad, te recomiendo ir a un vivero o tienda especializada en su producción. En los viveros »convencionales» encontrarás muchas plantas con esa etiqueta, pero que en realidad no son más que proyectos de bonsái, o ni siquiera eso.
Aunque eso sí, no es barato. Un árbol o arbusto que tiene sus años de trabajo detrás cuesta como poco 40€, y puede llegar a superar los 2000€.
Pero no te preocupes.
Los arbolitos que venden por poco dinero son un material magnífico para empezar. Por lo que si no tienes pensado ir a un vivero por el momento, aquí tienes algunos (por cierto, no hagas caso de la edad, ya que ni los expertos se ponen de acuerdo con este tema):
Especie | Características | Precio |
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Zelkova parvifolia
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¿Buscando un árbol resistente apto para principiantes? No encontrarás ninguno como este. Soporta heladas, las podas drásticas, y las enfermedades.
Se cultiva en el exterior todo el año, a pleno sol. |
35€ |
Ficus retusa
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Un árbol bonito de hoja perenne que sin duda te dará muchas alegrías, ya que además resiste heladas débiles (hasta los -2ºC). Si en tu zona hace mucho frío, necesitará protección. |
24,90€ |
Olea europaea var. sylvestris
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El acebuche es el árbol ideal para cultivar en climas templados cálidos. Es de hoja perenne, y resiste sin problemas la calor siempre que tenga agua.
Se cultiva en el exterior, a no ser que en invierno haya heladas importantes. |
37,50€ |
Y con esto terminamos. Espero que te haya gustado lo que has aprendido sobre los bonsáis, y que te animes a adentrarte en su mundo 🙂 .