Echinocactus grusonii
Los cactus pueden ser de distintas formas, pero básicamente las más habituales son dos: columnares y globulares. Los primeros son aquellos que desarrollan tallos verticales, más o menos delgados, y con una altura muy variable, pudiendo superar los diez metros; los otros en cambio tienen forma redondeada, y rara vez superan el metro de altura. Por eso, estos últimos son a menudo los preferidos para cultivarse en macetas, aunque hay ciertas especies que se desarrollan mejor en el suelo.
Si te quieres saber cuáles son algunos nombres de cactus globulares, aquellos que producen flores muy bonitas o que tienen otro encanto natural, a continuación vas a poder conocerlos.
Aztekium hintonii
Imagen – Wikimedia/Michael Wolf
El Aztekium hintonii, conocido como biznaga piedra, es un cactus muy especial. No siempre se encuentra a la venta, y cuando lo está, su precio suele ser alto. El motivo es que crece muy lento. Además, su cultivo no es tan sencillo como el de otros, puesto que requiere un sustrato que drene rápido el agua, como el pómice.
La planta tiene un tallo globular y aplanado. Mide 5-7 centímetros de diámetro por solo 3-5 centímetros de altura, y presenta 9-11 costillas con areolas, de las que brotan 1-3 espinas de hasta 4 milímetros en cada una. Sus flores son pequeñas, de 2 centímetro, y rosadas.
Ferocactus viridescens
El Ferocactus viridescens es una de las pocas especies del género Ferocactus que mantiene su forma globular y de poca altura siempre. Mide hasta 30 centímetros de altura por más o menos lo mismo de diámetro, y es de color verde oscuro. Es una planta espinosa, con 4-9 espinas centrales y 8-25 radiales. Todas ellas son grises cuando terminan de madurar, pero son rojizas en su juventud.
Sus flores son medianas, de 5 centímetros de alto por 6 centímetros de diámetro, y de color verde amarillento. Gracias a que no crece mucho, es muy interesante para macetas de barro grandes (de 35 centímetros de diámetro o 40cm), colocada por ejemplo en el patio.
Echinopsis subdenudata
Imagen – Wikimedia/Petar43
El Echinopsis subdenudata es un cactus solitario cuyo cuerpo tiene de 8 a 12 costillas con areolas blancas. De estas, brotan 3-7 espinas radiales y 1 central, pero son tan pequeñas que apenas se ven (miden unos 2 milímetros). Es una planta de color verde oscuro, que mide unos 7 centímetros de altura por 4-5 centímetros de diámetro, y que produce flores tubulares de hasta 22 centímetros de largo.
Se trata de una planta muy florífera, por lo que a pesar de que sus flores solo duran un día, no te tendrás que preocupar ya que puede sacar varias en una temporada.
Lophophora williamsii
Imagen – Wikimedia/Dornenwolf
La Lophophora williamsii es un cactus conocido como peyote. Su cuerpo es más o menos esférico, y muy compacto. Puede medir 2-12 centímetros de diámetro por 5 centímetros de altura, y es de color verde grisáceo a verde azulado. De sus areolas solo brotan espinas (y muy cortas) durante su juventud.
Florece produciendo flores rosas de 1-1,5 centímetros de diámetro. Es una planta con un alto valor ornamental, pero es importante saber que su ritmo de crecimiento es muy lento, llegando a tardar 30 años en alcanzar su tamaño definitivo.
Mammillaria theresae
Imagen – Wikimedia/Michael Wolf
La Mammillaria theresae, conocida como biznaga de coneto, es un cactus solitario, aunque tiende a ramificar, con forma globosa gel género Mammillaria. Su altura es de 2 a 4 centímetros, y su diámetro de 1 a 2,5 centímetros. Es tan pequeña, que recomendamos su cultivo en maceta, y no tanto en el suelo. Además, tiene espinas pero son plumosas, totalmente inofensivas.
Sus flores tiene forma de embudo, miden 3-4 centímetros de longitud y son de color blanco, púrpura o violeta. Una auténtica joya para la colección.
Matucana madisoniorum
Imagen – Wikimedia/Petar43
La Matucana madisoniorum es un cactus globular pequeño y solitario, con una altura de 15 centímetros y un diámetro de 10 centímetros. Su cuerpo es de color gris verdoso, y de sus areolas brotan hasta cinco espinas de color marrón oscuro y de unos 3 centímetros de largo que se curvan ligeramente y son flexibles.
Las flores tienen forma de embudo, miden de 8 a 10 centímetros de largo por un 4-6 centímetros de diámetro, y son de un bonito color rojo anaranjado. Por todo ello, es una especie ideal para cultivar en macetas.
Rebutia fiebrigii
Imagen – Wikimedia/Peter A. Mansfeld
La Rebutia fiebrigii (antes Rebutia albipilosa) es un cactus del género Rebutia que puede crecer solo o formando grupos. Su cuerpo es esférico, de color verde, y mide hasta 6 centímetros de altura. De sus areolas brotan espinas blancas o de color marrón claro, afiladas y con una longitud de hasta 2 centímetros.
Sus flores son de unos 3,5 centímetros, de un bonito color amarillo o naranja. Como curiosidad, has de saber que no brotan en la parte superior del tallo, si no en la mitad de este.
¿Cuál de estos cactus globulares te ha gustado más? ¿Tienes alguno? Hay muchos otros, como el Echinocactus grusonii conocido como el asiento de la suegra que has podido ver en la imagen de arriba, o el Ferocactus glaucescens, pero hemos querido seleccionar solo aquellos que pueden cultivarse tanto en macetas, como en el jardín para que puedas elegir dónde cultivarlos.
Esperamos que hayan sido de tu agrado.