Una vez escuché decir a alguien que con los cactus pasa una cosa muy curiosa: o te encantan, o los odias. Y es que claro, por un lado tenemos la oportunidad de disfrutar del gran valor ornamental de sus flores, pero por otro… debemos tener cuidado con sus espinas.
Por propio instinto, los humanos nos alejamos de lo que puede suponernos un peligro, pero vamos a ser sinceros: no es difícil sucumbir a los encantos de estas suculentas 😉 . Y menos si esa belleza proviene de cactus raros, como los que vas a poder ver a continuación.
Índice
Ariocarpus retusus
Imagen – Wikimedia/Stan Shebs
Cactus de colección donde los haya. Los Ariocarpus en general y los A. retusus en particular, son de los más demandados por los coleccionistas. Llegan a medir 25 centímetros de altura por 30 centímetros de diámetro, con tubérculos con forma triangular, y sus flores son amarillas, blancas, o de color crema.
Astrophytum asterias
Imagen – Flickr/Resenter89
Son uno de los pocos cactus que no tienen espina alguna. El Astrophytum asterias tiene un cuerpo que es pequeño, de unos 6 máximo 7 centímetros de diámetro, y producen unas flores amarillas muy, muy bonitas, tal y como puedes ver en la imagen superior. A partir de esta especie se han creado numerosos híbridos y cultivares, de colores que parecen sacados de un sueño, como variegados (amarillo y verde, o blanco y verde), tricolor (verde, blanco y rosado/anaranjado), entre otros.
Aztekium hintonii
Imagen – Flickr/Resenter89
Estos cactus tienen un cuerpo globoso, con pocas costillas y con un tamaño muy interesante para poder cultivarlos en maceta durante toda su vida: llegan a medir 10 centímetros de diámetro por 6-10 centímetros de alto. Producen flores muy bonitas, de color rosado.
Cephalocereus senilis
Imagen – Wikimedia/Frank Vincentz
Los Cephalocereus senilis son cactus columnares que pueden crecer entre los 5 y los 15 metros de altura, normalmente sin ramificar (y si lo hacen, solo lo harán los ejemplares más ‘viejos’). Tienen su cuerpo cubierto de finos pelos de color blanco que les sirven de protección contra los rayos del sol.
Copiapoa dealbata
Imagen – Wikimedia/Yastay
Estos cactus forman grupos muy densos que llegan a medir alrededor de un metro. Cada uno de ellos tiene un cuerpo globoso, de 4-5 centímetro de diámetro por 7-10 centímetros de alto, y están cubiertos por espinas negras muy llamativas, pues el color de sus cuerpos es de un gris muy claro.
Ferocactus glaucescens
Imagen – Wikimedia/David J. Stang
Es una de las especies conocidas como biznagas, con un cuerpo globoso de unos 40 centímetros de altura por unos 30 centímetros de diámetro. Está bien protegido, ya que de sus aréolas brotan largas espinas de color amarillo duras y con la punta muy aguda.
Frailea castanea
Imagen – Wikimedia/Petar43
Si te gustan los cactus con el cuerpo aplanado y que tengan pocas espinas o muy cortas, la Frailea castanea es una maravilla. No supera los 3-4 centímetros de altura, y su diámetro es de 5-7 centímetros. Su color violáceo contrasta con el amarillo de sus flores, convirtiéndolo en un cactus digno de admirar.
Leuchtenbergia principis
Imagen – Wikimedia/Petar43
Esta especie es una de las más raras del mundo. De hecho, sus tubérculos recuerdan bastante a las hojas de los ágaves, que es por lo que se conoce como cactus ágave. En el extremo de cada tallo surgen espinas pudiendo llegar a medir hasta cinco centímetros, bastante inofensivas 😉 . La planta adulta mide 10-15 centímetros de alto por unos 6-8 centímetros de ancho.
Stenocactus albatus
Imagen – Flickr/Guillermo Huerta Ramos
Si hay un género de cactus que llame especialmente la atención, sin duda el Stenocactus sería un buen candidato: ¡su cuerpo tiene múltiples costillas! Pero la especie S. albatus tiene, además, las aréolas de su parte superior que parecen bolitas de algodón. ¿Sabes lo mejor? Solo crece alrededor de 6-7 centímetros de ancho por más o menos lo mismo de alto.
Sulcorebutia rauschii cv violacidermis
Imagen – Flickr/TriangulatedTruth™
Son cactus pequeños, cuyo tamaño es de no más de tres o cuatro centímetros de diámetro. Producen numerosos retoños los cuales puedes separar y plantar en macetas individuales en primavera o verano. Tienen espinas, pero son tan cortitas que no hacen ningún daño. Además, son preciosos ya que son de color violeta, algo que no se suele ver en este tipo de plantas 😉 .
¿Cuál de estos cactus raros te ha gustado más?
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