Cactus y suculentas son muy similares entre sí, pero también podemos apreciar importantes diferencias entre estas plantas.
Seguramente te gusten las dos variedades y, precisamente por ello, queremos hablarte de cómo cuidarlas.
Cactus y suculentas ¿son de la misma familia?
No exactamente. Los cactus pertenecen exclusivamente a la familia de las cactáceas, mientras que las plantas suculentas pueden pertenecer a diversas familias botánicas, como las crasuláceas, euforbiáceas y asfodeláceas, entre otras.
Todos los cactus son un tipo de planta suculenta y, en cambio, no todas las suculentas son cactus.
Las suculentas son plantas que han desarrollado la capacidad de almacenar agua en sus tejidos, ya sean hojas, tallos o raíces. Esta adaptación les permite sobrevivir en regiones donde la disponibilidad de agua es limitada.
Los cactus, por su parte, se caracterizan por tener areolas, que son pequeñas áreas donde crecen espinas, flores y brotes. En ninguna otra suculenta podemos ver areolas.
Semejanzas entre cactus y suculentas
Los dos grupos de plantas se caracterizan por su increíble capacidad de adaptación a entornos hostiles, y lo consiguen en gran medida gracias a una serie de características que comparten:
Almacenamiento de agua
Tanto los cactus como las suculentas han desarrollado la habilidad de almacenar grandes cantidades de agua en sus tejidos. Esta reserva les permite sobrevivir en regiones áridas, donde las lluvias son escasas y el sol brilla con fuerza.
Sus hojas, tallos o raíces operan como verdaderos almacenes de agua, asegurando su hidratación durante los períodos de sequía.
Adaptación al entorno
Ambas plantas han evolucionado para adaptarse a condiciones extremas. Sus hojas, a menudo transformadas en espinas en el caso de los cactus, reducen la pérdida de agua por transpiración y sirven como mecanismo de defensa contra herbívoros.
Por otro lado, sus tallos gruesos y carnosos también minimizan la evaporación y protegen sus reservas de agua.
Metabolismo eficiente
Cactus y suculentas comparten un tipo especial de metabolismo llamado CAM (Metabolismo Ácido de las Crasuláceas). Este les permite abrir sus estomas (poros) durante la noche para absorber dióxido de carbono, evitando así la pérdida de agua durante el día, cuando el calor es más intenso.
Este metabolismo les confiere una ventaja adaptativa que se manifiesta en:
- Uso eficiente del agua. Al abrir los estomas por la noche, las plantas minimizan la pérdida de agua por transpiración, lo que les permite sobrevivir en ambientes secos.
- Adaptación a altas temperaturas. El cierre de estomas durante el día reduce la exposición de las hojas a altas temperaturas y evita el sobrecalentamiento.
- Eficiencia en la fijación de carbono. La separación temporal de la fijación de CO2 y el ciclo de Calvin permite que las plantas CAM capturen carbono de manera eficiente incluso en condiciones de estrés hídrico.
Principales diferencias entre los cactus y las suculentas
Tienen mucho en común, pero también hay cosas que las diferencian y que nos permiten hablar de dos especies diferentes.
Areolas
La principal diferencia entre cactus y suculentas radica en la presencia de areolas. Pequeñas áreas especializadas donde nacen las espinas, las flores y los nuevos brotes en los cactus.
En la naturaleza no hay ninguna otra planta que tenga areolas, lo que nos permite identificar rápidamente a los cactus.
Espinas
Tanto los cactus como algunas suculentas pueden tener espinas, pero las espinas de los cactus siempre se originan en las areolas.
Por lo que respecta a su forma y disposición, pueden variar mucho entre las diferentes especies de cactus.
Diversidad de familias
Los cactus pertenecen exclusivamente a la familia de las cactáceas, una familia bien definida con características únicas. Las suculentas, por su parte, son un grupo más amplio que incluye plantas de diversas familias botánicas, como las crasuláceas, las euforbiáceas, las asfodeláceas y muchas otras.
Forma y apariencia
Si bien los cactus a menudo tienen formas globosas o columnares, las suculentas muestran una mayor diversidad de formas, tamaños y colores.
Las suculentas pueden tener hojas carnosas, tallos gruesos o incluso parecerse a piedras, como los lithops. Esta diversidad refleja la amplia gama de familias a las que pertenecen.
Floración
Las flores de los cactus también son únicas y se desarrollan a partir de las areolas. A menudo son grandes, vistosas y con forma de embudo.
En cambio, las flores de las suculentas varían mucho en forma y estructura, dependiendo de la familia a la que pertenezcan.
Resumiendo:
- Areolas. Presentes solo en cactus.
- Espinas. En cactus nacen de areolas; en las suculentas, pueden tener otro origen.
- Familias. Cactus pertenecen a la familia cactáceas; las suculentas a diversas familias.
- Forma. Cactus suelen ser globosos o columnares; las suculentas tienen formas más variadas.
- Flores. En cactus nacen de areolas, grandes y vistosas; en las suculentas son muy variadas.
Consejos de cuidado para cactus y suculentas
A pesar de sus diferencias, los cuidados que necesitan ambos tipos de plantas son muy parecidos. Por eso, si sigues estas instrucciones, obtendrás buenos resultados.
Luz
- Intensidad. La mayoría de los cactus y suculentas necesitan mucha luz solar directa. Lo ideal es colocarlos en un lugar donde reciban al menos 6 horas de luz solar al día. Si no tienes un lugar así, puedes usar luces de crecimiento para complementar la luz natural.
- Adaptación. Si vas a cambiar una planta de un lugar con poca luz a un lugar con mucha luz, hazlo gradualmente para evitar que se queme.
- Rotación. Gira las plantas de vez en cuando para que todas las partes reciban luz de manera uniforme.
Riego
- Frecuencia. El mayor error que se comete con los cactus y las suculentas es regarlos en exceso. La frecuencia de riego dependerá de la época del año, la temperatura, la humedad y el tipo de planta. En general, es mejor regar poco que regar en exceso.
- Cómo regar. Cuando riegues, hazlo a fondo hasta que el agua salga por el agujero de drenaje de la maceta. Luego, deja que la tierra se seque por completo antes de volver a regar.
- Drenaje. Es fundamental que la maceta tenga un buen drenaje para evitar que las raíces se pudran.
Sustrato
- Mezcla. Utiliza una mezcla de tierra especial para cactus y suculentas. Esta suele contener tierra para macetas, arena y perlita o piedra pómez para mejorar el drenaje.
- pH. El pH ideal para la mayoría de los cactus y suculentas es ligeramente ácido o neutro.
Temperatura
- Rango. La mayoría de los cactus y suculentas toleran bien las altas temperaturas, pero no les gusta el frío. Lo ideal es mantenerlos en un rango de temperatura entre 18°C y 35°C.
- Heladas. Si vives en un lugar donde hay heladas, es importante proteger las plantas del frío. Puedes meterlas en casa o cubrirlas con una manta.
Abono
- Época. Abona las plantas durante la época de crecimiento (primavera y verano) con un fertilizante especial para cactus y suculentas.
- Dilución. Diluye el fertilizante según las instrucciones del fabricante.
Trasplante
- Frecuencia. Trasplanta las plantas cada 2 o 3 años, o cuando la maceta se quede pequeña.
Plagas y enfermedades
- Prevención. Inspecciona las plantas regularmente para detectar la presencia de plagas o enfermedades.
- Tratamiento. Si encuentras algún insecto u hongos, trata la planta con un producto específico.
Similares, pero también muy diferentes entre sí, los cactus y las suculentas son plantas sencillas de cuidar que no pueden faltar en tu hogar.