Si quieres tener una planta que luzca como las más caras, pero que no te cueste un ‘ojo de la cara’, entonces las calatheas pueden ser tu solución. Pero no cualquiera: hablamos de la Calathea white fusion, la planta variegada que será la envidia de todo el que pase por tu casa.
Pero, ¿cómo es esta planta? ¿Es para cualquiera? ¿Qué cuidados necesita? Si ahora mismo te has quedado prendada por la imagen principal de este artículo, sigue leyendo y conocerás mucho más sobre ella.
Cómo es la Calathea white fusion
Lo primero que tenemos que decirte es que la Calathea white fusion, también llamada Calathea Charlotte, no es en realidad una planta de oración. Es decir, aunque tiene la característica de que sus hojas se pliegan por la noche, en realidad no lo hace como una verdadera maranta, que es el género que tiene esta habilidad. Lo hace en función de la iluminación que recibe.
Es originaria del centro de México y de Sudamérica, y se trata de un arbusto de hoja perenne que puede crecer de altura hasta los 60 centímetros (de ancho iría hasta los 30 centímetros).
Fue descubierta por Taiyan Yam en 2007 y fue él quien la propagó de su planta madre, que es la Calathea Lietzei. Al ser tan hermosa, muchos quisieron una y por eso es de las más apreciadas, aun cuando ahora se puede encontrar relativamente fácil.
Hojas de la Calathea white fusion
Con respecto a las hojas, te diremos que son de color verde oscuro pero con manchas en blanco. Es como si fuera una calathea variegada. Por detrás, mantiene el tono magenta en sus hojas, que llega hasta el tallo.
Crece bastante rápido, al menos en cuanto a las hojas, y si se le dan los cuidados pertinentes no tendrás problema con ella.
Lo que sí debes saber, como pasa con muchas plantas variegadas, es que puede revertirse, es decir, sus hojas pueden empezar a salir verdes completas y perder esas manchas blancas características. Cuando pasa esto no suele haber vuelta atrás y el principal motivo suele ser la falta de iluminación adecuada.
¿Echa flores?
No todas las calatheas echan flores, y en el caso de la Calathea white fusion, en su hábitat natural sí que las echa, pero como planta de interior no suele.
Las flores de esta planta son pequeñas y de color morado, blanco o amarillo.
Cuidados de la Calathea white fusion
Ahora que conoces un poco más a fondo la Calathea white fusion, quizá quieras tener una. Y aquí es donde nos vamos a detener. Esta planta no es ideal para principiantes. Tampoco para personas que tengan muchas plantas y no puedan estar pendientes de ella.
Y es que es bastante exigente en los cuidados, hasta el punto de que puede morir y perder las hojas si te descuidas un poco. Mucho o poco sol, mucho o poco riego, mucha o poca humedad… todo le afecta. Por eso, no es una planta que te recomendamos tener y olvidarte, porque la perderás.
Además, o le encuentras su sitio o la planta sufre.
Por eso, si aun así te ves capaz, sigue estas condiciones para tener más oportunidades de que salga adelante.
Ubicación y temperatura
A la Calathea white fusion le gusta la luz, pero no directa. De hecho, al contrario de otras calatheas, esta planta prefiere luz indirecta brillante que semisombra o poquita luz, porque no le va bien.
Si te pasas, las hojas se le blanquearán. Si te quedas corta, se pondrán muy verdes y puede perder las manchas blancas.
Los expertos recomiendan que se le busque una orientación norte o este.
En cuanto a la temperatura, su ideal está entre los 15 y los 21ºC. Por eso, lo mejor es que esté dentro de casa. Si la temperatura baja por debajo de los 10ºC la calathea sufre, y no solo frenará su crecimiento, sino que puede helarse o decolorar todo el follaje.
Tampoco es adecuado que la coloques en una zona donde haya muchas corrientes, porque la debilitará.
Sustrato
Las plantas tropicales, como es la Calathea white fusion, necesita que la tierra mantenga la humedad, al mismo tiempo que tenga un buen drenaje.
Por eso, lo mejor es hacer una mezcla entre sustrato universal, turba y carbón, perlita y corteza de orquídea. De esta forma tendrá la tierra adecuada para que aguante la humedad y no haya retenciones de agua.
Riego y humedad
El riego es uno de los cuidados más importantes que hay, quizás uno de los mayores. Tal y como te hemos dicho antes, la Calathea white fusion necesita que el suelo esté húmedo, lo que implica que debas regarla de forma moderada. Pero si te pasas pudrirás las raíces. Y si te quedas corto las hojas se van a enrollar y la planta parecerá marchita.
Trata de regar siempre con agua libre de cloro y flúor (dile adiós al agua del grifo). Salvo que la dejes al menos 48 horas de reposo y no la utilices del todo.
El riego puede ser:
- En primavera y verano unas 2-3 veces a la semana.
- En otoño e invierno 1-2 veces a la semana.
Todo dependerá del clima que tengas, dónde esté, y como sea la planta.
Con respecto a la humedad, aquí está la clave para que tu Calathea white fusion esté feliz. Y algo que no es fácil de conseguir.
Necesita una humedad de, al menos, un 75%. Para ello, o bien la agrupas con otras plantas, nebulizas, pones una bandeja de agua y guijarros, o un humidificador. ¿La mejor opción? La última, porque puedes controlar la humedad que tiene y así conseguirás tenerla bien vigilada.
Abonado
En este punto no es demasiado exigente. Le gusta un fertilizante rico en nitrógeno y se le puede aplicar en primavera y verano, a razón de una vez al mes.
Eso sí, te recomendamos que siempre lo uses a la mitad de su concentración, porque si le echas de más se le quemarán las raíces.
Plagas y enfermedades
No te vamos a decir que es resistente, porque no. Además, atrae muchas plagas. Las más habituales son ácaros, araña roja, pulgones, mosquitos de hongos y cochinillas.
En cuanto a enfermedades, la más importante viene provocada por un exceso de riego y humedad; pero también puede afectarle una deficiencia de nutrientes.
¿Te animas ahora a tener una Calathea white fusion?