Petunia calibrachoa (Calibrachoa hybrida)

La Callibrachoa hybrida es una hierba de flores preciosas

Imagen – Wikimedia/David J. Stang

¿Cómo se cuida la Calibrachoa hybrida? Esta es una planta que se cultiva mucho en los balcones, ya que queda simplemente perfecta. Como es pequeña y además tiene tallos que llegan a colgar un poco, embellece la fachada de la casa o piso. Por si fuera poco, produce una gran cantidad de flores durante toda la temporada.

Si tuviera que decir algo malo de esta planta, que realmente no es tal, es que es muy sensible al frío, por consiguiente si las temperaturas bajan de los 10ºC veremos que se marchita. Pero que no decaiga el ánimo, porque antes de que eso pase sus semillas habrán madurado y estarán listas para sembrar en la próxima primavera.

Origen y características

La Calibrachoa hybrida es una planta sensible al frío

Imagen – Wikimedia/David J. Stang

Nuestra protagonista es un híbrido entre varias especies de Calibrachoa. Ahora bien, si quieres saber el origen de sus progenitores, entonces sí que puedo decirte que es Brasil. Además, es una especie que en las regiones tropicales puede vivir varios años; no en vano, es una planta perenne. El problema es que en los lugares donde el clima es templado una vez que llega el otoño empieza a ponerse fea, y finalmente con las primeras heladas, aunque sean muy débiles, se muere. Es por eso por lo que se cultiva como planta de temporada o anual.

Alcanza una altura aproximada de 20 centímetros, como máximo 30 centímetros. Tiene tallos que, como adelantábamos al principio, cuelgan, y son muy delgados. Las hojas son ovales y de color verde oscuro, y miden más o menos un centímetro de largo. Sus flores son acampanadas y brotan a lo largo de la primavera y el verano. Estas pueden ser amarillas, rosas, rojas, blancas o azules.

Como curiosidad, has de saber que está emparentada con las petunias. De hecho, se conoce como petunia mini o petunia calibrachoa, pero los botánicos descubrieron que genéticamente son un poco distintas.

Cuidados de la Calibrachoa hybrida

Si quieres tener una calibrachoa híbrida en tu hogar, te aseguro que mantenerla no es complicado. No necesita de mucho para estar bien. Este es otro de los motivos por los que se utiliza tanto en la decoración de jardines, balcones, patios y terrazas. Así pues, veamos cómo se cuida:

Ubicación

Las Calibrachoa hybrida florecen en primavera y verano

Imagen – Flickr/-Merce-

Es una hierba que tiene que estar en un lugar soleado. De esta manera, los tallos podrán crecer con fuerza, y sus flores abrirse con normalidad. Como es una planta pequeña, puedes tenerla donde quieras: encima de una mesa, en una jardinera con otras hierbas colgando del balcón, en macizo floral de tu jardín,… solo has de mirar que le dé el sol directo todo el día, o al menos hasta media tarde.

Tierra

  • En maceta: es recomendable plantarla en una con sustrato de cultivo universal que lleve perlita.
  • En el jardín: si se va a tener en el suelo, es importante que la tierra tenga buen drenaje. Asimismo, debe ser rica en materia orgánica, de modo que si es un suelo que por ejemplo tiene tendencia a erosionarse es importante que hagas un agujero de plantación de unos 40 x 40cm, y rellenarlo con sustrato universal para plantas.

Riego

Tienes que regar a tu Calibrachoa hybrida muy seguido. En verano se hará 3 y, si es necesario, 4 veces por semana. Durante esta estación el sol puede llegar a ser muy fuerte, por eso la tierra va a secarse rápido. Es más, si ves que un día los tallos y las hojas amanecen »caídos», como sin fuerza, y si al coger la maceta se nota ligera, entonces es que necesita agua con urgencia.

El resto del año hay que regar con una frecuencia menor. La tierra permanece húmeda más tiempo, así que no tenemos que echarle agua tan seguido como durante la época más calurosa. Eso sí, a la hora de regar, hay que humedecer solo la tierra: las flores no se tienen que mojar, pues de lo contrario van a marchitarse antes de tiempo.

Abonado

Has de abonar tu planta a lo largo de la primavera y el verano. Para ello usa un fertilizante para plantas con flores, o bien un abono orgánico como puede ser el estiércol o el guano. Lo único que debes tener presente que si tienes tu calibrachoa en una maceta, el producto que uses para abonarla tiene que ser líquido. Esto es porque si es en polvo, obstruiría el paso del agua al regar, y por consiguiente las raíces podrían salir perjudicadas.

Plagas y enfermedades

La Calibrachoa hybrida no suele tener demasiados problemas de este tipo. En veranos secos y cálidos sí que puede verse afectada por pulgones y mosca blanca, pero nada que no se pueda quitar con agua y jabón, o con un poco de tierra de diatomeas. Eso sí, hay que tener especial cuidado con los caracoles y babosas, ya que estos pueden comerse las hojas y debilitarla mucho. Por eso, se aconseja utilizar algún repelente durante la temporada de lluvias.

Por otro lado, si la tierra permanece mucho tiempo húmeda aparecerán hongos patógenos, los cuales son unos microorganismos que podrían dejarnos sin planta. Así que no dudes en comprobar la humedad del sustrato antes de regar, y en tratarla con fungicidas basados en cobre (como este, que es un sobre que se diluye en 15 litros de agua) tanto para prevenir la aparición de los hongos como para mirar de eliminarlos (dependiendo de lo mal que esté la planta, a veces no es fácil recuperarla. Pero si tiene tallos y hojas verdes y firmes, entonces es que aún se puede salvar).

Rusticidad

No soporta el frío. Cuando la temperatura baje de los 18ºC tienes que meterla en casa, en una habitación en la que entre mucha luz.

Guía de cultivo de la Calibrachoa hybrida

La Calibrachoa hybrida produce muchas flores

Imagen – Flickr/Serres Fortier

¿Te gustaría saber cómo propagarla? Conseguir nuevas plantas es sencillo, puesto que las semillas tienen un alto poder de germinación. Esto significa que si siembras diez semillas por ejemplo, es casi seguro que germinarán más de la mitad. A continuación vas a saber cómo se siembran:

  1. Elige un semillero: puede ser una maceta de unos 10 centímetros de diámetro, pero es mejor que sea una bandeja de semillero hortícola (en venta aquí). Esta te permitirá sembrar más semillas y conseguir así más plantitas. Además, podrás tener un mejor control de las mismas.
  2. Rellena el semillero con sustrato: utiliza un sustrato específico para semilleros (en venta aquí). Si no lo encuentras, utiliza tierra universal (en venta aquí) pero mézclala con un 30% de perlita.
  3. Riega: ahora es el momento de regar bien, a consciencia. La tierra ha de quedar bien húmeda.
  4. Siembra las semillas: coloca una o dos en cada maceta, o en cada alvéolo si has optado por sembrarlas en una bandeja de semillero. Entiérralas un poco; solo han de tener una muy fina capa de tierra por encima.
  5. Coloca el semillero a pleno sol: para que puedan germinar bien las semillas, es importante que estén en un lugar soleado.

Luego, solo tendrás que regar cuando veas que la tierra empieza a secarse. Así brotarán al cabo de una semana, quizás antes. Una vez que las raíces de las plantitas asomen por los agujeros del semillero se podrán pasar a macetas individuales, jardineras, o si se prefiere, al suelo.

¿Qué te parece la Calibrachoa hybrida?


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