¿Ha oído hablar de la Calluna vulgaris? ¿La tienes en casa? Es una de las plantas que más enriquece los otoño e inviernos debido a que florece desde mediados del verano y aguantan mucho, a veces hasta enero o febrero.
Pero, ¿qué sabes de esta planta? A continuación te presentamos una guía práctica para que la conozcas lo mejor posible. ¡Sigue leyendo y descúbrelo!
Cómo es la Calluna vulgaris
La Calluna vulgaris es el nombre científico del brezo común, también llamado brecina. Forma parte de la familia Ericaceae, aunque no hay que confundirla con la Erica (que muchas veces pasa esto).
Físicamente la Calluna vulgaris es un arbusto de hoja perenne. Su origen esta en Europa, sobre todo en el Norte y en la parte central. Aunque lo cierto es que ahora se puede encontrar también en el norte de África así como en América.
Llega a alcanzar entre los 30 y los 50 centímetros de altura y en su hábitat natural la encuentras en zonas de poca insolación así como en claros de bosques. Es común que esté en zonas montañosas.
En cuanto a las ramas, estas estarán erguidas y son de un color marrón rojo. Tiene unas hojas muy pequeñitas y con muchísimas flores pequeñas que, cuando llega el mes de agosto, empiezan a florecer en un rosa púrpura formando racimos. De hecho, llega un momento en que apenas verás las hojas, sino que solo serán flores.
Debes saber que la Calluna vulgaris es una planta que atrae tanto a las abejas como a los abejorros y a las mariposas, alimentándose estos de la planta y ayudándoles en la polinización de las flores.
Ademas, no es venenosa para los humanos, como tampoco lo es para gatos o perros, con lo que no tendrás ningún problema para tenerla en el jardín o en la terraza.
Cuidados de la Calluna vulgaris
Ahora que sabes algo más sobre la Calluna vulgaris, ¿qué tal si te ayudamos a descubrir los cuidados que precisa la planta? Son fáciles de seguir así que no te va a dar muchos problemas:
Ubicación y temperatura
La calluna es una planta que necesita el sol. Si es directo mejor. Pero si la planta es muy joven es posible que no pueda estar en sol directo, y sea mejor semisombra para evitar que se le quemen las hojas y los capullos de las flores. Cuando ya está más aclimatada sí que podrás dejarla al sol sin ningún problema.
En cuanto a la temperatura, debes saber que la calluna es una planta que resiste el frío. Pero si es el primera invierno que pasa en tu casa se recomienda protegerla para que la resistencia al clima de tu hogar no se vea en entredicho. A partir de ese año ya no tendrá ningún problema.
Sustrato
La tierra ideal para la Calluna vulgaris es una que sea ácida. Ahora bien, no solo debes llenar la maceta o el lugar donde vayas a plantarla con tierra ácida y ya está. Se recomienda que la mezcles con algo de arcilla expandida triturada así como de perlita, que le proporcionarán el drenaje suficiente para poder tener un suelo ligero.
Riego
Si tienes la calluna en maceta, como si la tienes en el suelo, tendrás que regarla de manera habitual porque le gusta tener el suelo húmedo. Eso sí, procura usar agua de lluvia o sin cal, porque si tiene lo más normal es que le afecte negativamente.
No podemos decirte a ciencia cierta cuántas veces a la semana debes regarla, porque esto va a depender del clima que tengas. Pero mínimo en verano 2-3 veces a la semana.
Abonado
En primavera a la Calluna vulgaris le vendría bien un poco de fertilización. Eso sí, ten en cuenta que les gustan los sustratos ácidos, así que el fertilizante ha de estar adaptado a este. Y a ser posible que sea rico en nitrógeno y potasio.
Poda
¿Sabías que la Calluna vulgaris hay que podarla? Es una actividad obligatoria para que se mantenga sana. Esto debes hacerlo durante los meses de marzo y abril, a ser posible en días nublados. Lo que debes hacer es recortar al menos hasta la mitad (que no te dé miedo a cortarle los brotes nuevos).
Multiplicación
La reproducción de la Calluna vulgaris se puede hacer a través de la estratificación. Es decir, presionar el brote (donde esté con la planta madre, cubrirlo con tierra y provocar así que produzca raíces en sí mismo, para que de ella salga una nueva planta. De esta forma, en primavera (esto se debe hacer en otoño) ya la tendrás bien arraigada y podrás cortarla de la planta madre y ponerla por separado en otra maceta.
Usos
Por último, queremos hablarte de los usos que tiene la Calluna vulgaris. Tradicionalmente, se usaba la calluna a modo de escoba. Y es que se ataban manojos de brezo a un mango de tal forma que se tenía una escoba gruesa para poder barrer. Para que te hagas una idea, se dice que el pensar en las escobas de bruja era más bien pensar en ese tipo de escoba que se hacía con la planta.
Otros usos que ha tenido el brezo ha sido para teñir la madera y para curtir el cuero. Sin embargo, el uso con más valor que aún perdura es la «miel de brezo». Se obtiene a finales del verano, cuando las abejas melíferas cogen el néctar de las flores de la calluna y producen una miel que es muy especial.
Otro de los usos que tiene la Calluna vulgaris es servir de alimento. Tanto las ovejas como los ciervos suelen comerse las puntas, aunque en algunos casos también las semillas. No solo estos animales, también algunos tipos de mariposas se alimentan de la planta.
A nivel medicinal debemos decirte que la Calluna vulgaris se ha utilizado desde el siglo XIX para tratar enfermedades de las vías respiratorias y urinarias. Ambas a través de infusiones.
Pero es que también se puede usar para mejorar las irritaciones de la piel. Es astringente y un antiséptico intestinal, pero también sirve en homeopatía y actúa como sedante en el sistema nervioso central.
Ahora que conoces más a fondo la Calluna vulgaris, ¿te animas a tenerla en tu jardín o terraza?