La campanilla de invierno es una de las plantas bulbosas más bonitas y elegantes. Si bien sólo crece hasta alcanzar los 15 centímetros de altura, sus delicadas y pequeñas florecillas de color blanco crean un espectáculo sin igual a comienzos de la primavera.
Pero, ¿qué cuidados tenemos que proporcionarle para poder contemplar su belleza? No son complicados, pero para que sean aún más sencillos te vamos a ayudar .
¿Cómo es la campanilla de invierno?
Antes de saber cómo cuidarla, tenemos que saber sus características para así poder encontrarla más rápido cuando vayamos a un vivero . Nuestra protagonista es una planta bulbosa originaria de las regiones templadas de Europa, donde habita en los bosques de hayas entre los 700 y los 1400 metros, cuyo nombre científico es Galanthus nivalis. Se caracteriza por tener hojas lineares de un color verde oscuro que alcanzan hasta 10cm de altura, y unas flores acampanadas compuestas por 6 tépalos: 3 externos y 3 internos blancos. Éstas brotan a finales del invierno y principios de primavera.
Es una planta ideal para tener ya sea en maceta o debajo de los árboles caducos. Pero vamos a ver mejor qué cuidados necesita.
¿Cómo se cuida?
Si te haces con unos cuantos bulbos, estos son los cuidados que requieren:
- Ubicación: exterior, en semisombra.
- Suelo o sustrato: no es exigente, pero prefiere aquellos que sean ligeramente ácidos y tengan buen drenaje.
- Riego: dos veces por semana.
- Abonado: se puede abonar con abonos líquidos para bulbosas siguiendo las indicaciones especificadas en el envase.
- Época de plantación de los bulbos: en otoño, a unos 2cm de profundidad.
- Multiplicación: por separación de bulbitos en primavera/verano, cuando la planta se haya quedado sin su parte áerea (hojas y flores).
- Rusticidad: crece en climas frescos, con heladas de hasta los -15ºC. Aún así, en climas algo más cálidos también puede prosperar si se mantiene la tierra húmeda (no encharcada).
¿Conocías a la campanilla de invierno?