
Con la llegada del verano, los campos de lavanda en distintas regiones de España se convierten en auténticos espectáculos naturales. El intenso color violeta y el aroma embriagador de esta planta invitan a viajeros y locales a disfrutar de paisajes únicos, experiencias sensoriales y eventos que giran en torno a la floración de la lavanda, especialmente durante los meses de julio y agosto.
Entre los destinos más populares sobresale Brihuega, en la provincia de Guadalajara, pero en los últimos años han surgido alternativas menos concurridas, como Caleruega y Cilleruelo de Arriba en Burgos, donde el turismo ligado a la lavanda va ganando fuerza con propuestas variadas y un ambiente más pausado.
El fenómeno de la lavanda en Brihuega

En Brihuega, los campos se tiñen de violeta y el pueblo se transforma en julio, recibiendo a miles de visitantes atraídos por la floración de la lavanda. El fenómeno no solo llama la atención por su belleza, sino por la amplia oferta de actividades turísticas, culturales y gastronómicas. La historia de esta tradición local comienza hace unas décadas, cuando agricultores decidieron apostar por el cultivo de lavanda, dando un giro a la economía y a la imagen del municipio.
Uno de los grandes atractivos es el Festival de la Lavanda, celebrado entre el 11 y el 19 de julio, que incluye conciertos al aire libre, actividades culturales, mercadillos, talleres sobre usos de la lavanda y eventos gastronómicos. Además, existen opciones para descubrir la zona de manera diferente, como paseos guiados al atardecer por los campos, rutas en bicicleta o a caballo, y hasta un taller de perfumería natural donde los participantes pueden crear su propio perfume.
El sector turístico ha desarrollado propuestas para todos los gustos: desde casas rurales hasta hoteles de cinco estrellas con spa, diseñando rituales de bienestar y tratamientos basados en la lavanda. Además, la oferta se completa con actividades diarias como catas de productos locales, rutas históricas por el municipio (incluida la visita a las cuevas árabes y al Museo de la Miel), y una gastronomía donde prima el producto de cercanía.
Cómo visitar los campos de Brihuega: Tren de la Lavanda y rutas en coche
Para quienes buscan una experiencia diferente, Renfe programa el «Tren de la Lavanda» los días 3 y 10 de julio, conectando Madrid y Zaragoza con Brihuega. El viaje incluye no solo el traslado en tren y autobús, sino visitas guiadas por el pueblo y a una destilería de aceites esenciales, culminando con la excursión a los campos en plena floración. Los billetes, a partir de 50 euros para adultos y 20 para menores de 14 años, pueden adquirirse en la web de Renfe; los menores de cuatro años viajan gratis siempre que no ocupen asiento.
Si no se consigue plaza en el tren, el acceso por carretera es sencillo desde Madrid (algo más de 90 kilómetros). El itinerario recomendado consiste en tomar la A-2 hasta la salida 73 y continuar por la CM-2011 siguiendo las indicaciones hasta Brihuega. Hay rutas bien señalizadas y opciones para consultar el trayecto en aplicaciones de navegación.
Alternativas tranquilas en Burgos con la flor de la lavanda

La proliferación del turismo de lavanda ha motivado que otros rincones busquen su espacio. Caleruega y Cilleruelo de Arriba, ambos en Burgos, despuntan como opciones ideales para quienes prefieren evitar las grandes aglomeraciones. En estos pueblos de la Ribera del Duero y la comarca del Arlanza, la lavanda florece entre julio y agosto, transformando el paisaje y ofreciendo una alternativa de turismo rural sosegado. Si quieres conocer más sobre cómo cuidar y potenciar tu cultivo de lavanda, visita nuestra guía sobre plantas de lavanda.
En Caleruega, reconocido entre los pueblos más bonitos de España, se celebra del 11 al 13 de julio el LavandaFest. Durante estas jornadas, hay rutas guiadas, talleres, espectáculos de danza, actividades musicales, mercado de artesanía y zona de foodtrucks. Los visitantes pueden también descubrir el patrimonio local, con lugares como el Real Monasterio de Santo Domingo de Guzmán y el Torreón de los Guzmanes, ambos con vistas privilegiadas a los mares violetas de lavanda.
A solo media hora, Cilleruelo de Arriba ofrece una experiencia enfocada al agroturismo y la producción local de lavanda. Aquí, empresas como Aire de Arlanza organizan visitas interpretativas a destilerías, actividades de yoga, catas aromáticas y talleres en los campos. La II Fiesta Cosecha de la Lavanda, el 2 de agosto, incluye música en vivo, mercadillo, puertas abiertas en la destilería y productos singulares como el chocolate de lavanda. La tranquilidad del entorno rural, las bodegas y la naturaleza definen esta propuesta alternativa.
Este verano, la lavanda vuelve a ser protagonista en distintos puntos de la geografía española. Los colores, los aromas y la diversidad de actividades convierten la visita a estos campos en una experiencia completa, tanto para quienes buscan desconexión y paisajes únicos, como para los que prefieren sumergirse en festivales, actividades en la naturaleza y propuestas gastronómicas de calidad.
