Imagen – Flickr/Mauricio Mercadante
La cañaheja es una megaforbia, es decir, una hierba gigante, perenne que es muy importante conocer por ser altamente tóxica, pero también porque puede llegar a ser muy decorativa. Y es que, no por ser peligrosa para la salud tiene que estar prohibida 😉 .
Como dijo Sócrates en su día, »el conocimiento os hará libres». Así pues, vamos a conocer bien a esta curiosa hierba para decidir si vamos a reservarle un hueco en el jardín o no.
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Origen y características
Imagen – Wikimedia/Krzysztof Ziarnek, Kenraiz
Se trata de una megaforbia originaria de la cuenca y de la región mediterránea, desde Anatolia hasta España y el norte de África. Su nombre científico es Ferula communis, y desarrolla tallos erectos, cilíndricos, de hasta 2cm de grosor por hasta 3 metros de alto. Las hojas están compuestas por de 3 hasta 6 veces foliadas, con folíolos lineares, planos, de 1,5 a 5cm de largo.
Las flores son umbelas terminales, formadas por pétalos amarillos, de unos 8mm de largo. Los frutos miden unos 15mm de largo, son aplanados y alados.
Es necesario saber que la ingesta de esta planta puede producir la muerte por hemorragia interna, especialmente en los ovinos.
¿Cuáles son sus cuidados?
Imagen – Wikimedia/Roger
Si quieres tener un ejemplar de cañaheja, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
- Ubicación: ha de estar en el exterior, a pleno sol.
- Tierra:
- Riego: se ha de regar unas 3 o 4 veces por semana en verano, algo menos el resto del año.
- Abonado: si está en tierra no será necesario, pero si está en maceta un aporte mensual de abono orgánico líquido, como el de guano por ejemplo, le permitirá crecer mejor.
- Multiplicación: por semillas en primavera.
- Rusticidad: resiste heladas de hasta los -7ºC.
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