La capuchina es una hierba pequeña, así que se adapta genial a vivir en macetas. De hecho, a menudo se suelen plantar distintas variedades juntas en una misma jardinera para tener, en poco espacio, flores de distintos colores. Por lo que no hace falta preguntarse si es posible o no mantenerla en un recipiente durante su vida, sino más bien cómo se cuida.
Y por fortuna, es una planta muy agradecida, muy fácil de mantener y que además produce muchas flores casi sin recibir cuidado alguno. Pero, ¿cómo conseguir que esté bonita? Para ello, te diremos cuáles son los cuidados de la capuchina en maceta.
¿Cómo se cuida la capuchina en maceta? Esta es una planta que crece rápido, hasta el punto de que florece tan solo unas semanas después de la siembra de sus semillas. Asimismo, hay que decir que es muy agradecida, puesto que no necesita de cuidados específicos ni complicados para estar bien.
Por eso, considero que es perfecta para aquellos que no tienen mucha experiencia cuidando plantas, independientemente de la edad que tengan, ya que tanto las flores como las hojas son comestibles (aunque es importante saber que las hojas son un poco más amargas y picantes que las flores).
Y dicho esto, veamos cuáles son los cuidados que necesita:
Índice
¿Dónde colocarla?
La capuchina es una hierba que requiere sol directo para crecer. Así que se tendrá en el exterior, ya que en casa no tendría suficiente luz y sus tallos se etiolarían, es decir, se estirarían y la planta seguramente no florecería, o le costaría mucho hacerlo.
Asimismo, es importante que se mantenga un poco alejada de aquellas plantas que puedan darle sombra en algún momento, como árboles, palmeras o arbustos.
¿Qué maceta necesita?
Lo cierto es que le servirá cualquier maceta que no sea muy grande. La capuchina es relativamente pequeña, cuyas dimensiones adultas son las siguientes: 30 centímetros de altura por unos 20 centímetros de ancho, más o menos. Suele ocurrir que, a medida que crece, se vuelve un poco colgante o rastrera, pero no te preocupes: sus raíces no son invasivas, pero sí que son bastante tiernas, de manera que no hay posibilidad alguna de que rompan la maceta.
Pero la cuestión es, ¿cómo debe ser dicho recipiente: de plástico, de barro? Bueno, depende de tus gustos y presupuesto. Puede ser incluso de cerámica si quieres. Lo que sí es importante es que tenga algún agujero en su base pues si hay algo que no tolera nuestra protagonista es el exceso de agua en sus raíces.
¿Qué tierra ponerle?
La capuchina requiere una tierra fértil y ligera, pero si se controla el riego, servirá el sustrato universal de prácticamente cualquier marca: No products found., Flower, Weedness, Boom Nutrients, etc. Si quieres alguna, pincha sobre la marca y así podrás recibirla al cabo de unos pocos días.
Otras alternativas son el mantillo, la fibra de coco, o la turba negra mezclada con un poco de perlita. No recomiendo ponerle tierra del jardín, puesto que esta seguramente tenga semillas de otras hierbas que germinarán en cuanto empieces a regar tu capuchina.
¿Cada cuánto regar a la capuchina en maceta?
El riego se hará con mayor o menor frecuencia dependiendo de las temperaturas y de las lluvias, ya que durante la temporada más cálida del año la tierra se seca mucho más rápido que durante la más lluviosa. Por todo ello, es importante que se riegue varias veces a la semana durante los meses de verano, y algo menos el resto de estaciones.
Tenemos que echar agua a la tierra, aunque también podremos mojar la planta si no está floreciendo aún y si se riega al atardecer, cuando el sol ya no le dé de forma directa.
¿Se debe abonar?
Resulta muy interesante abonarla en primavera y verano, coincidiendo con la floración. Pero si tenemos en cuenta que sus flores atraen a varios insectos polinizadores, será recomendable usar abonos de origen orgánico tales como el humus de lombriz o el guano para no poner en peligro a dichos animales. Asimismo, deben ser abonos líquidos para que las raíces puedan absorberlos más rápido.
Y por supuesto, aunque sean naturales, se deben de seguir las instrucciones de uso, puesto que de lo contrario pondríamos en riesgo la vida de la capuchina.
¿Cuándo se ha de trasplantar?
El trasplante se hará solo en el supuesto caso de que sea una planta que se quiera pasar de semillero a maceta, o si es una planta que acabamos de comprar. En el primer caso, se debe de hacer para que continúe creciendo en cuanto veamos que se les salen las raíces por los agujeros, o si estas están creciendo muy cerca de dichos orificios.
Y también debemos hacerlo si hemos comprado una con flores, por el mismo motivo. El trasplante se hará en primavera, aunque también se puede a principios de verano.
Plagas de la capuchina
Es muy susceptible al ataque de pulgones, los cuales se alimentan de la savia. Puedes eliminarlos limpiando las hojas y tallos con agua, pero después es recomendable tratarla con tierra de diatomeas de la cual te dejamos un vídeo:
Además, debes de protegerla de los caracoles. De hecho, a menudo lo que se hace es sembrar muchas capuchinas en los huertos para que esos animales dejen tranquilas a las otras plantas. Por eso, es muy, muy importante realizar tratamientos preventivos contra los caracoles, como poner cáscaras de huevo troceadas alrededor.
Esperamos que disfrutes de tu capuchina en maceta.
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