La planta conocida como cerraja es muy interesante para cultivar en jardines y patios. Con unos mínimos cuidados es muy fácil tener un rincón especial en cualquier lugar, ya que sus hojas tienen una forma que no se ve siempre 😉 .
Si te gustaría saber todo sobre ella, en este artículo te voy a contar cuáles son sus características y cómo debes de cuidarla.
Origen y características
La cerraja, cuyo nombre científico es Sonchus congestus, es un arbusto perennifolio endémico de las Islas Canarias, concretamente de Tenerife en la Sierra Anaga y en la costa norte a una altitud comprendida entre los 100-800 msnm, y en las regiones central y norte de Gran Canaria. Alcanza una altura de hasta 1 metro, y de sus tallos brotan hojas lisas y tienen lóbulos de triangulares a redondeados. Estas forman una roseta muy bonita.
Las cabezuelas florales son grandes, miden de 4 a 5 centímetros de ancho, y son de color amarillo. Recuerdan bastante a las que produce el diente de león (Taraxacum officinale).
¿Cuáles son sus cuidados?
Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
- Ubicación: exterior, a pleno sol o en semisombra.
- Tierra:
- Maceta: sustrato de cultivo universal mezclado con un 30% de perlita.
- Jardín: fértil, con buen drenaje.
- Riego: has de regar cada vez que la tierra esté casi seca, más o menos unas 2-3 veces a la semana.
- Abonado: es interesante abonarlo desde primavera hasta finales del verano con abonos ecológicos. Si está en maceta, usa mejor abonos líquidos para que el drenaje siga siendo el correcto.
- Plagas y enfermedades: es muy resistente, pero como le puede ocurrir a cualquier planta, si las condiciones de cultivo no son las adecuadas puede verse afectada por pulgones, cochinilla o araña roja que se combaten con insecticidas específicos.
- Multiplicación: por semillas en primavera. Siembra directa en semillero.
- Rusticidad: soporta las heladas débiles de hasta los -2ºC.
¿Qué te ha parecido esta planta?