Tanto si vamos a sacar esquejes como si lo que haremos será podar las plantas (especialmente si son leñosas) es interesante tener un cicatrizante natural al alcance de la mano. ¿Por qué? Porque por muy limpia que esté la herramienta que vayamos a usar, y por muy a consciencia que nos hayamos lavado las manos, los microorganismos como los virus u hongos siempre están presentes.
El riesgo que se corre cuando no se hacen las cosas bien es alto, pues ello es la diferencia entre seguir teniendo plantas sanas… o enfermas. Así que, ¿cómo hacer un cicatrizante natural?
Índice
¿Cómo hacerlo?
Materiales
La realidad es que, aunque podemos ir a un vivero y comprar pasta cicatrizante, podemos buscar en casa esto:
- Aceite natural
- Recipiente impermeable (puede ser un tarro de cristal con tapa)
- Palo o cuchara
- Ceniza de madera o canela molida
Paso a paso
Ahora que lo tenemos todo, hay que hacer lo siguiente:
- Se coge un poco de ceniza o canela molida y se echa en el recipiente.
- Se echa un poco de aceite.
- Por último, se mezcla todo bien.
Ventajas e inconvenientes del cicatrizante natural
Las ventajas son las siguientes: es bueno de hacer y no lleva mucho tiempo; y además, son cosas que con toda probabilidad ya tenemos por casa, por lo que no tendremos necesidad de comprarlas. Por otra parte, si hablamos de los inconvenientes, tenemos que decir que tendremos que aplicarlo regularmente, sobretodo si llueve pues la lluvia podría llevarse consigo nuestro cicatrizante.
Para no tener que estar tan pendientes, podríamos usar cera de abejas que aguanta mejor las inclemencias del tiempo, pero claro, no todos podemos conseguirla 🙂 . Otra opción, aunque no entraría dentro de la categoría de natural, sería usar pasta de dientes mezclada con ceniza que también aguanta bastante.
¿Sabes de otros cicatrizantes naturales que sean eficaces?
Sé el primero en comentar