Cintas, las plantas de interior más populares

La cinta es una planta fácil de cuidar

Si hay una planta de interior popular, esta es sin duda la cinta. Es tremendamente decorativa, tanto es así que queda bien en… ¡cualquier parte! Sí, sí, puedes tenerla tanto en el salón como en la cocina, puesto que sus necesidades de luz no son muy altas a diferencia de otras que te encuentras en los viveros. Ahora bien, ¿qué cuidados requiere esta magnífica planta? Y, ¿qué variedades hay?

En este artículo vamos a contarte todas las características y cuidados de la cinta.

Características principales

Lacinta es una planta de fácil cultivo

Las cintas son unas plantitas que desde siempre se han tenido decorando los hogares. Pertenecen al género botánico Chlorophytum, de la familia Agavaceae. Son originarias de las regiones tropicales de África y Asia, donde viven en zonas protegidas del sol directo.

Con una altura que no supera los 60cm, poseen hojas de entre 15 y 75cm de longitud, y entre 0’5 y 2cm de grosor. Las flores son pequeñas, de color blanco generalmente. Algunas especies, como la C. comosum, producen hijuelos los cuales son muy fáciles de sacar adelante: simplemente hay que cortarlos y plantarlos en una maceta con sustrato compuesto por turba negra y perlita a partes iguales.

Una de las características que hace a esta planta muy aconsejada para la decoración de los interiores es que es capaz de renovar el ambiente aceptado por monóxido de carbono y formaldehido. Estos gases puede llegar a ser tóxicos que se concentra en gran cantidad y los encontramos en los barnices, aerosoles y cosméticos que se utilizan frecuentemente el hogar. Esta planta tiene muy buenas características para poder purificar el aire de nuestra casa.

Las hojas de la cinta nacen en una roseta basal. Estas hojas tienen una forma alargada, péndulas, afiladas y de color verde con una línea blanca que se extienden toda la superficie. En cuanto sus flores, son bastante pequeñas en tamaño y se formaron nuevas rosetas a partir de ellas. Es como si se crearan unas pequeñas plantas en miniatura con una forma perfecta y que pueden llegar a transformarse en plantas adultas si se trasplantan correctamente a otra maceta.

Es una planta ideal para todas aquellas personas que son novatas en el cuidado de plantas de hogar ya que es bastante rústica. Son capaces de adaptarse a diversas condiciones de temperatura y pueden soportar zonas con poca luminosidad. También se pueden colocar el exterior para la decoración de jardines, aunque aquí necesitará de algunos requisitos para poder sobrevivir bien.

Cuidados de la cinta

Luz y sustrato

Vamos analizar cuáles son los cuidados que necesita la cinta tanto en interiores como en exteriores. Lo primero de todo es la luminosidad. Si vamos a tener la planta en nuestro hogar debemos tener garantizado que la planta no necesita de demasiada luz. Si quiere recomendable colocarlas en algunas habitaciones más luminosas, pero siempre y cuando el sol no entre de forma directa.

Podemos alejarlas de las ventanas en las horas de mayor exposición solar. No obstante, la planta resiste bastante bien si no recibe mucha iluminación. Podemos ver que se le secan las puntas y puede ser por varias razones. La primera es por exceso de luz solar. Si esto ocurre, debemos poner a resguardo la planta para que no le afecte la radiación solar. Otra posible causa de que se sequen las puntas es por la falta de humedad. Estas plantas necesitan de bastante humedad que aportaremos durante el riego.

A la hora de elegir el sustrato que añadiremos a nuestra maceta hay que elegir uno que pueda mantener bastante la humedad. Lo más normal es elegir una mezcla de turba y arena por iguales. El macetero también es importante elegirlo de tal forma que esté preparado para el gran crecimiento que experimenta la cinta. Probablemente, te toque de dividir la planta de forma frecuente conforme crece ya que no cabe en el recipiente. Lo mejor para evitar tantas tareas de mantenimiento es elegir un macetero profundo y ancho desde primera hora.

Riego y abono

Aunque en los interiores las condiciones ambientales de la planta no se modifican tanto es necesario adaptarse a las necesidades de la cinta. El riego debe ser de forma diferente según la época del año. En invierno es suficiente con regar la planta una vez cada 5 días o 1 vez en semana. Por el contrario, en la época de verano hay que aumentar la frecuencia de riego a 2 o 3 veces por semana. Si nuestro hogar es bajo en humedad, podemos pulverizar la planta cada cierto tiempo para ayudar a mantener los niveles de humedad necesarios para su correcto crecimiento.

Si el riego es insuficiente veremos que las puntas de las hojas comienzan a palidecer o a secarse. El periodo de crecimiento de esta planta corresponde a los meses de primavera y verano en gran parte. Por ello, durante esta época del año es fundamental que cuenten con los nutrientes necesarios para un desarrollo en buenas condiciones. Lo ideal es añadir un abono de tipo líquido o abono orgánico cada 15 días para ayudar con este aporte de nutrientes. Dado que tiene una gran resistencia y adaptación a distintos ambientes no hay que preocuparse demasiado a no ser que las condiciones no sean las adecuadas.

Otro indicador de la falta de riego es que las hojas comienzan a estrecharse y arrugarse visiblemente. Este indicador normalmente es el que se da al principio. El hecho de que las puntas se lleguen a secar es algo que ocurre cuando la planta ya estaba con poco riego durante bastante tiempo.

Cuidados de la cinta en exteriores

La cinta es una hierba

Como hemos mencionado antes, se trata de una planta que también se puede tener en jardines. En este caso, los cuidados deben ser algo más específicos. La gran resistencia de esta planta se aplica a interiores, principalmente. Si cultivamos la cinta en exteriores necesitará de un lugar con luz indirecta o semisombra. No olvidemos que el sol directo puede provocar que las hojas se vuelvan amarillas, se sequen y acaben quemándose.

No tolera demasiado las heladas, por lo que es aconsejable protegerlas si las temperaturas en invierno bajan de forma frecuente los 7 grados centígrados. Su cultivo es muy sencillo, pudiendo vivir en condiciones de baja luminosidad. Eso sí, hay que tener en cuenta que el riego tiene que ser frecuente, sobre todo en verano. Así, regaremos unas 2-3 veces por semana en los meses más cálidos del año, y 1-2 cada siete días el resto.

La mayoría de los Chlorophytum son muy sensibles al frío, siendo su temperatura mínima ideal de 10ºC. Sin embargo, te puedo decir que el C. comosum y el C. capense se cultivan en el exterior a resguardo en zonas donde el termómetro baja hasta los -2ºC por poco tiempo, y no sufren daños. Aún así, es una planta muy agradecida que quedará de maravilla en el interior de tu hogar.

Además, es muy resistente a plagas. De hecho, el único potencial enemigo que podría tener son los caracoles. Por lo demás, es una planta ”sin problemas”.

Espero que con esta información puedan conocer más sobre la cinta.


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