La Erinacea anthyllis, más conocida como Cojín de monja, es una planta que forma matas muy decorativas en los lugares montañosos de los Pirineos, región del Mediterráneo y Marruecos… y también puede hacerlo en tu jardín si le das la oportunidad 🙂 .
No es muy difícil cuidarla; de hecho, ahora verás que con muy poco podrás disfrutarla al máximo desde el primer día. Así pues, si quieres darle color a tu verde hogar, a continuación te hablaré de una de las plantas más interesantes para zonas templadas del mundo.
Origen y características
Como adelantábamos al principio, la Erinacea anthyllis o Cojín de monja es una planta que podemos encontrar en el norte de la península ibérica, en la región del Mediterráneo y en Marruecos. Forma matas con tallos de hasta 30cm de altura, muy ramificados, cuyos extremos son espinosos. Las hojas son pequeñas y caducas, compuestas por 1-3 folíolos linear-lanceolados.
Florece y fructifica entre los meses de mayo a agosto en el hemisferio norte. Las flores son pequeñas, de 1-2cm, de color azul-violeta. El fruto es una legumbre de 13-20mm.
¿Cuáles son sus cuidados?
Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
- Ubicación: exterior, a pleno sol.
- Tierra:
- Maceta: sustrato de cultivo universal mezclado con un 30% de perlita.
- Jardín: es indiferente siempre que tenga buen drenaje.
- Riego: 2 veces por semana en verano, y cada 5-6 días el resto del año.
- Abonado: desde primavera hasta verano con abonos orgánicos. Estos han de ser líquidos si está en maceta para que el drenaje siga siendo bueno.
- Época de plantación o trasplante: en primavera, cuando el riesgo de heladas haya pasado.
- Multiplicación: por semillas en primavera. Siembra directa en semillero.
- Rusticidad: soporta heladas de hasta los -7ºC. En el caso de vivir en una zona más fría, colocar dentro de una habitación fresca y luminosa.
¿Habías oído hablar de la Erinacea anthyllis? ¿Qué te ha parecido?